Número 3 de la candidatura de la CUP a las elecciones de Cataluña. Participó este miércoles en el acto en defensa del territorio contra el crecimiento indiscriminado de graveras así como en el acto político organizado por Bloc d’Unitat Popular (BUP) en el teatro Xesc Forteza de Palma que tuvo lugar después
Ha participado en un acto de su partido en Mallorca para denunciar las agresiones medioambientales en la isla, ¿son malos tiempos para las causas ecologistas?
No debería serlo, de hecho tendría que ser el momento determinante para las causas ecologistas, partiendo de la crisis climática que vivimos y con los aprendizajes de esta etapa del covid, del confinamiento, y de esta dependencia que tenemos de las industrias extractivas. Pero lo cierto es que corremos el riesgo de que en el momento actual la urgencia de la reconstrucción relegue el ecologismo a un segundo o tercer plano en lugar de caminar hacia la soberanía ecológica.
Usted anuncia que los fondos de recuperación europeos servirán para salvar a las empresas del IBEX-35 y para recortar las pensiones.
El riesgo de los fondos de reconstrucción es que se venden como fórmulas para evitar la austeridad, pero lo que estamos viendo es que solo servirán para retrasar esa austeridad, no será para mañana, sino para pasado mañana. Los fondos irán a grandes empresas porque tienen la capacidad de actuar con rapidez y ejecutar grandes proyectos, pero por otra parte también van vinculados a deuda pública y a las directrices de las reformas de las pensiones. O sea que si no nos activamos y generamos alternativas volveremos a escenarios de austeridad.
En la comarca del Raiguer se anuncia una nueva planta de hidrógeno con fondos europeos.
Sí, y esto pasará en muchos lugares. Se ha hecho público un informe de la consultora Deloitte que marca cien posibles proyectos a ejecutar y todos son para empresas del IBEX-35. Por ejemplo, encontramos una nueva planta de Zara para Amancio Ortega financiada con fondos de recuperación europeos. También nos encontraremos con la perversión de ciertas empresas energéticas que vestirán proyectos de transición ecológica, pero no deja de ser el capitalismo verde que sigue buscando nuevos nichos de mercado.
«El día que la militancia no diga a las caras visibles que nos estamos aburguesando, tendremos un problema muy grave»
La CUP dice que quiere ser la voz de Balears en el Congreso de los Diputados, pero esto ya lo habíamos escuchado de CiU, de ERC, de Coalición Canaria, del PNV...
A mí la verdad es que me gustaría ser bastante diferente a Coalición Canaria, a Convergència i Unió, al PNV, y también a Esquerra. La CUP tiene claro el mapa de los países catalanes y quiere poder ser la voz de esas luchas en defensa del territorio. Claro que tenemos limitaciones y las asumimos. No queremos suplantar a nadie, solo queremos canalizar las luchas que existen y ser su altavoz.
Hace un año se presentaron a las elecciones generales para “cortocircuitar” el Congreso, ¿cómo evoluciona ese objectivo de ‘hackear’ las Cortes?
El mensaje fue que mientras no exista el derecho a la autodeterminación y la amnistía para las personas represaliadas, y mientras los derechos sociales no estén garantizados, el pueblo catalán es ingobernable. Entramos con dos diputados en el Congreso y, a pesar de este año complicado de pandemia, queremos reforzar ahora el objetivo de fortalecer esa red en clave de países catalanes.
La CUP es un proyecto de transformación radical, pero seguro que estando en la cúpula reciben críticas de las bases por haberse aburguesado. ¿Cómo se vive ser radical para los de fuera y demasiado moderado para los de dentro?
El día que la militancia de la CUP no diga a las caras visibles que nos estamos aburguesando, tendremos un problema muy grave. Es indispensable la crítica y la autocrítica, y la tensión permanente de la militancia de la izquierda independentista. Realmente, las instituciones son una trituradora y son una máquina de absorber en la que fácilmente uno puede quedar subsumido.
¿Cómo se queda el cuerpo después de sentarse en la sala del Supremo frente al juez Marchena y a los representantes de Vox?
Pues tampoco me salió como yo quería. Mi idea era plantear dos temas, quería declarar en catalán y después negarme a contestar a Vox, pero como antes había entrado Antonio Baños quise decirlo todo junto, y el juez me sacó fuera directamente. Yo digo en broma que fui Eulàlia la breve. Salí muy tranquila, muy relajada, y con la conciencia muy tranquila de haber hecho lo correcto.
Hace pocos minutos hemos conocido la candidatura de Salvador Illa para el PSC.
Con la candidatura de Illa se constata que PSC y ERC quieren rentabilizar la gestión de la pandemia. La gran pregunta es cómo explicarán una gestión de la pandemia que ha dejado a miles de personas en la pobreza, cómo explicarán la gestión de las medidas sanitarias, cómo explicarán la gestión de las residencias... ¿Realmente piensan que pueden rentabilizar la gestión que han hecho? No tengo claro que salgan demasiado a la calle para hablar con la gente. En el proceso de ruptura que hemos vivido en Cataluña, esta candidatura supone la guindilla.
«En el proceso de ruptura que hemos vivido en Cataluña, esta candidatura [de Illa] supone la guindilla»
¿A la CUP le puede costar votos manifestarse a favor de la vacunación contra la covid?
Sí, puede ser. Nosotros nos manifestamos a favor de la vacuna y esto puede restarnos votos, es verdad, pero entendemos que en este caso es una cuestión colectiva para defender nuestro sistema sanitario. Criticaremos siempre a la industria farmacéutica y cabe destacar que la vacuna existe gracias a años de inversión pública en investigación. Es insultante que ahora vengan las empresas a hacer negocio con la vacuna. Hay que seguir trabajando para que pueda existir en un futuro una farmacéutica pública.
Si tuviera que elegir como presidente de su comunidad de vecinos entre Artur Mas, Carles Puigdemont o Quim Torra, ¿a quién votaría?
A... Dolors Sabater [número 1 en la lista de la CUP en Barcelona].
Si se viviera otro 1 de octubre, ¿piensa que podría haber violencia en ambos lados?
De momento solo conocemos la violencia del Estado. No creo que el pueblo respondiera de otra forma a como lo hizo. La respuesta de la gente superó las expectativas de todos y dieron una lección. La violencia del Estado es la que no ha cesado nunca. Intentar igualar el movimiento independentista con la represión estatal no tiene ningún sentido.
En los Països Catalans que imagina la CUP, Balears podría convocar un referéndum de independencia o nos enviarían a los Mossos?
Claro que Balears podría hacer su referéndum de independencia, claro que sí. En los proyectos democráticos los derechos fundamentales son claves.
