Son Espases se prepara para un aumento de los ingresos por covid que ya se está apreciando pero que todos los profesionales consultados apuntan a que alcanzará su momento más álgido en diez o quince días, una vez acabadas las fiestas. Con 126 ingresados ayer por coronavirus (92 en planta y 34 en UCI), el comité de crisis del hospital decidió «vaciar la UCI Cardiaca, con ocho camas, y destinar seis de ellas a pacientes covid-19. Los pacientes que están ingresados ​​pasarán a la Unidad de REA (Reanimación) y, provisionalmente, cuatro pasarán a la URPA (Unidad de Reanimación Postquirúrgica). Mientras se acondicionará el hospital de día para acoger pacientes críticos no covid». 

De este modo, las unidades de críticos destinadas a pacientes covid en el centro de referencia quedó así: las dos unidades de cuidados intermedios, con seis camas cada una para sumar un total de 12; las 24 camas de las UCI de Trauma, Médica y Coronarias (8 boxes por unidad) y las citadas 6 de la UCI Cardiaca. En total 42 camas de críticos para pacientes covid con complicaciones.

Dos camas de margen

No obstante, en tanto se acometen los cambios necesarios para poner a disposición estas últimas 6 camas de críticos para los pacientes covid, ayer estas unidades tan solo contaban con dos camas de margen para acoger a enfermos de esta patología. Son Espases tenía durante la jornada a 34 pacientes con coronavirus en camas de UCI a la espera de que las seis nuevas plazas volvieran a la situación menos comprometida.

No obstante, fuentes del hospital subrayaron que cuentan con más recursos para aumentar estas camas y recordaron que un reciente Consell de Govern acordó invertir un total de 1.124.849 euros para la adecuación de espacios y para la compra de todo el material necesario para habilitar otras 34 camas de críticos más que se sumarán a las 68 actuales -44 en UCI y 24 en REA- con objeto de poder absorber la demanda asistencial generada por la pandemia. Con estas 34 camas se elevarían a 102 la capacidad de atención a pacientes críticos adultos de forma estable.

Otras fuentes sanitarias no oficiales lamentaron que la situación actual de la UCI de Son Espases es debida, en parte, a la derivación de pacientes de otros hospitales públicos de Mallorca más saturados. Así, Son Llàtzer habría derivado a la unidad de críticos de Son Espases a 21 pacientes desde el pasado mes de agosto, 8 de ellos en los últimos diez días que se habrían sumado a los traslados de enfermos desde el comarcal de Inca.  

El comité de crisis de Son Espases también acordó ayer «preparar la unidad de hospitalización 3N para pacientes covid-19 en caso de necesidad».

De esta manera, el hospital, que ayer tenía a 92 pacientes ingresados en planta con este mal, sumaría una más a las cinco ya reservadas para la enfermedad emergente. Sin precisarlo con detalle, el centro de referencia estimó que las cinco unidades actuales de covid contaban con un total de 140 camas y tampoco supieron precisar en cuántas aumentarían al sumarles las de la unidad 3N de inminente apertura.

Los 92 enfermos hospitalizados ayer se acercaban peligrosamente al récord establecido el pasado 2 de abril, en lo más duro de la pandemia hasta el momento y cuando llegaron a tener a 119 pacientes en planta.

Esta situación asistencial más ajustada vino de la mano del ingreso de 24 pacientes covid el pasado día de Nochebuena, circunstancia que obligó a reunirse al comité de crisis del hospital en Navidad pese a que la reunión no evitó que esa misma jornada y la siguiente de San Esteban (segunda fiesta de Navidad) se produjeran unos 15 ingresos diarios con esta patología.

Desde Son Espases recordaron que durante la semana pasada, la comprendida entre los días 21 y 27 de diciembre, se produjeron 103 ingresos por covid y tan solo se dieron 59 altas. 

Falta de enfermeras

Las altas hospitalarias se están ralentizando y el sistema también se ve lastrado por la falta de profesionales, sobre todo de enfermeras especializadas en cuidados intensivos o que, al menos, hayan desarrollado parte de su carrera en estas unidades y no sea necesario supervisar su trabajo.

Y esta circunstancia estaría detrás de otro de los acuerdos alcanzados ayer en el comité de crisis: «Suspender temporalmente la actividad ambulatoria programada no urgente de los servicios de Aparato Digestivo y de Cardiología, con la finalidad de poder destinar enfermeras a otras áreas para dar soporte». Con esta decisión se suspenderán pruebas diagnósticas endoscópicas y coronarias. 

La falta de enfermeras esta lastrando una actividad asistencial «normalizada» en Son Espases. Así, para destinar a enfermeras a plantas de pacientes covid se ha de «desvestir» otros servicios.

Hoy mismo Son Espases ha convocado a sus servicios quirúrgicos para previsiblemente anunciarles que se suspenderá toda la actividad quirúrgica programada no preferente. Fuentes consultadas señalaron que «se operará todo lo que llegue por Urgencias y lo programado de manera preferente (básicamente, tumores)».

Las mismas fuentes no descartaron que para intentar paliar en la medida de lo posible la falta de enfermeras, médicos de servicios no afectados directamente por la covid podrían sustituir a sus compañeros de Urgencias para que estos, a su vez, cubran los huecos dejados por la falta de enfermeras en las diferentes unidades covid. Un servicio de Urgencias cuyo módulo G fue destinado ayer a atender de forma exclusiva esta patología.