El PP acabó recibiendo ayer críticas tanto de Ciudadanos como de Vox a propósito de la presentación del anteproyecto de la ley balear de Educación del conseller Martí March. Mientras los populares criticaron la regulación lingüística, tanto el partido naranja como el de extrema derecha recordaron que el decreto de mínimos que, del mismo modo que contempla la ley, fijaba en al menos la mitad de las clases en catalán, fue aprobado con el PP.

Si bien el conseller March defendió en su presentación que tanto castellano como catalán serán «lengua de aprendizaje y enseñanza», el líder del PP balear, Biel Company, se mostró ayer disconforme en rueda de prensa con el trato de las lenguas que recoge el proyecto de ley, al entender que va encaminado a «generar confrontación» y señaló que «desde el PP queremos a nuestras dos lenguas igual y queremos que estén equilibradas en la enseñanza».

Por contra, desde Vox señalaron que la ley «no cambiará la situación actual de las aulas» apuntando que «el castellano está desterrado en Balears desde hace 20 años gracias a la legislación aprobada por el PP» y Ciudadanos sólo se pronunció en un tuit y fue para apuntar también al decreto de mínimos del PP, aprobado con Jaume Matas, y que ya fijaba el 50 por ciento mínimo de catalán.

Más allá, PP y Vox coincidieron en cargar contra el texto trasladando sus críticas de la ley Celaá, a la que creen que «copia» la ley balear, por «reducir la libertad de los padres» e ir «contra los centros de educación especial»