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Alfonso Robledo: «Si falla el próximo verano, toda Mallorca se va a tomar por el saco»

Alfonso Robledo: "el sector está en quiebra total"

Alfonso Robledo: "el sector está en quiebra total"

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Alfonso Robledo: "el sector está en quiebra total" Fernando Guijarro

¿En qué situación se encuentra la restauración mallorquina tras nueve meses de pandemia?

Estamos completamente hundidos. En Mallorca sobre todo hemos tenido muy mala suerte, y en agosto, cuando íbamos bien, nos suspendieron los vuelos a Alemania y Gran Bretaña y nos pegamos el primer golpe. Que nos caiga un agravamiento de los contagios en plenas Navidades, tiene sus narices. Ojalá nos hubiera pasado como en Eivissa, que están fenomenal ahora y van a poder pasar estas fiestas bien. Nosotros estamos completamente hundidos económicamente y necesitamos ayudas importantes.

¿Qué volumen de cierre de bares y restaurantes se ha registrado ya en estas fechas?

En las zonas turísticas, cuyo personal fijo discontinuo ha pasado a cobrar una prestación por desempleo, sus costes son cero y la mayoría podrán recuperar su actividad para la próxima temporada, aunque estimamos que en un 20% de los casos este cierre será definitivo. Pero en los negocios urbanos, que abren doce meses, que tienen al personal en ERTE y están pagando el 100% de la Seguridad Social, va a haber una tasa importante que no van a poder aguantar. Aquí han optado por hibernar más de la mitad, y lo que no sabemos es cuántos podrán reabrir. Va a depender de las ayudas, pero la situación está muy complicada. 

¿Qué esta haciendo más daño a estos negocios, la falta de turistas o el empobrecimiento de los residentes?

La falta de turistas. Tenemos una oferta diseñada para atender a 12 millones de visitantes, y no han venido. El residente en las islas no es suficiente para mantener el volumen de establecimientos que tenemos.

Durante la crisis anterior la restauración fue un sector refugio para muchas personas que perdieron su empleo, lo que generó una sobredimensión. ¿Ahora están cayendo los malos o precisamente los que estaban haciendo importantes inversiones para mejorar su calidad?

«Creo que la obligación de identificar a los comensales ya ha quedado descartada»

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Los que peor lo están pasando son los restaurantes grandes, por un lado, porque tienen a mucho personal en ERTE y están pagando el 100% de las cotizaciones. Además, el miedo que tenemos es que se pierda nuestra idiosincrasia de bares y restaurantes pequeños y especializados. Lo triste sería que nos quedáramos, como en otras ciudades europeas, solo con las franquicias, que no tienen problemas para aguantar. Eso sería terrible porque perderíamos la riqueza de nuestra gastronomía y el valor que ésta tiene para el turismo.

Todo el sector está esperando que se recupere buena parte de su actividad cuando llegue la próxima Semana Santa. ¿Pero cuántos más se pueden quedar por el camino hasta que se llegue a estas fechas?

Van a caer muchísimos. En buena medida va a depender de que se reciban ayudas directas, pero podría llegar a caer hasta un 60%. El tsunami aun no ha llegado, y lo peor se va a dar durante los meses de enero, febrero y marzo, que van a ser terribles. Basta ver cómo están ya los comedores sociales. Me enteré de que en la prisión antigua había gente que se había refugiado allí y les llevé comida. Me esperaba encontrar a alcohólicos y heroinómanos, y para mi sorpresa comprobé que había camareros, personal nuestro que no tenía para comer. Y son personas que son nuestros compañeros, con los que pasamos más tiempo que con nuestras mujeres. Son amigos, familia casi, y es triste ver que meterles en el ERTE es como dejarlos en un agujero, porque tardan meses en tramitar y poder cobrar una prestación. La Administración debería de llegar a algún acuerdo con la banca para que se les pueda adelantar ese dinero. Enero va a ser terrible por la cantidad de gente que no va a tener ni para comer.

El Govern ha optado por aplicar fuertes restricciones durante estas Navidades, como los toques de queda a las 10 de la noche, y que son especialmente duras en el caso de su sector, que no puede tener actividad en el interior de los locales. ¿Eran necesarias?

Nos jugamos mucho en la próxima temporada turística y la situación de los contagios en estos momentos se nos ha ido de las manos. En Eivissa estas medidas han dado buenos resultados y en este momento la isla está bien. Sé que hay gente de mi sector que se me va a tirar encima, pero pienso que esas medidas son necesarias, aunque con un condicionante: también es necesario que se pongan en marcha ayudas directas para poder aguantar, porque sin ellas no llegaremos a Semana Santa. Quizás nos deberían cerrar a todos durante 20 días, pero que den dinero para aguantar, como en Francia, que da 10.000 euros mensuales a cada negocio, o Alemania, que abona el 75% de la facturación que se registró en el mismo mes del año anterior.

Su antecesora al frente de Restauración-Caeb, Pilar Carbonell, ha hecho un vídeo acusando al Govern de atacar al sector.

Es absurdo. He tenido muchas reuniones de trabajo con el conseller de Turismo, Iago Negueruela, y con la presidenta Francina Armengol, y están intentando hacer todo lo posible para que la situación mejore. Les estamos pidiendo que en lugar de tener que cerrar a las 6 de la tarde, esa paralización de actividad sea solo de 6 a 8 para poder reabrir a esa hora, porque muchos restaurantes trabajan básicamente de noche. Lo cierto es que la situación se nos ha ido de las manos. Los únicos sitios donde te quitas la mascarilla es en los bares y restaurantes y en los gimnasios, y en nuestro caso nos hemos encontrado con situaciones en las que hemos tenido que llamar a la policía porque algunos clientes no han querido respetar las medidas de seguridad sanitaria y, bebiendo, bebiendo, se levantaban sin la mascarilla puesta y se movían por todo el local. La restauración no es culpable y nuestros trabajadores cumplen a rajatabla con las medidas fijadas, pero tenemos el problema de que hay unos pocos que se pasan.

«Hemos tenido que llamar a la policía porque algunos clientes no respetaban las medidas de seguridad»

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¿La exigencia de que instalen medidores de CO2 y aparatos para una ventilación adecuada de los establecimientos es un gasto inútil cuando ahora no pueden trabajar en el interior de los locales?

Son medidas que han venido para quedarse. Yo defiendo los medidores de CO2, en primer lugar por mi personal y en segundo por mis clientes, y se mantendrán incluso después de la pandemia.

También se anunció la obligatoriedad de identificar a los clientes, que finalmente no se ha aprobado. ¿Es una medida que ha quedado descartada?

Ahora mismo yo creo que está descartada. Nosotros nos quejamos porque no podemos exigir a nuestros clientes que nos enseñen su DNI, no podemos hacer de policías porque no lo somos. Quizás siguen analizando otras alternativas tecnológicas con empresas del Parc Bit, pero pienso que por ahora está descartado.

A su sector le han aplicado restricciones muy duras. ¿Alguno se pasa de listo para saltarse las limitaciones?

Siempre hay alguno que se cree más listo que los demás. El tardeo ha creado muchos problemas al sector y ahora algunos quieren hacer el mañaneo, que ya no tiene gracia. Por respeto a los que han tenido que cerrar por culpa de otros, vamos a ser muy duros señalando algunas prácticas. El que se pase, lo vamos a denunciar. Por contra, la ampliación de mesas en la vía pública, controlada, es buena, porque así nuestros negocios pueden contratar a más personal.

«Algunos se creen más listos que los demás y vamos a denunciar al que se pase»

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¿Cómo valora las medidas que han tomado los Gobiernos central y autonómico?

A nivel nacional apenas tenemos ayudas y lo único bueno que han hecho es permitir que los fijos discontinuos que salen de los ERTE tengan asegurada una prestación por desempleo. Y un error que se cometió desde el Govern en verano es hacernos cerrar a la 1 de la noche  para encontrarnos luego con toda la juventud en botellones. Ahí se debía de haber aplicado el toque de queda, porque había muchos controles en los establecimientos pero no en la calle. 

¿Que ayudas necesita el sector para sobrevivir hasta el próximo verano?

No pagar autónomos y que el personal que está en ERTE no nos cueste dinero. Un IVA turístico más bajo. Ayudas económicas directas. Un problema es que las ayudas no llegan a todos, solo a los grandes y a las franquicias, porque no te dan un euro si tienes deudas con Hacienda o con la Seguridad Social, y en este momento en esta situación se encuentra el 80% del sector, que es la parte que necesita el dinero de verdad.

Todo el mundo tiene puesta la vista puesta en la Semana Santa de 2021. ¿Qué pasa si volvemos a pinchar en el próximo verano?

Que toda la isla se va a tomar por el saco. Ni la Administración tiene ya dinero. Hemos de conseguir llegar a la Semana Santa en la fase 1 (Mallorca está actualmente en el 4, de altísimo riesgo). Si no, estamos muertos, no podemos aguantar más. Mallorca no soporta un año más sin temporada turística, no se podrán limpiar ni las calles.

La patronal balear de ocio nocturno acusa a algunos bares y restaurantes de ofrecer música y baile sin licencia.

Es verdad, es algo que ha pasado. Son cinco o seis que la están liando y hay denuncias contra ellos. Hay que cerrar esos negocios, porque se pueden cargar la economía balear. El sector está muy cabreado con ellos y nos estamos denunciando unos a otros.

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