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Llorenç Gelabert: "Lina Pons ilusiona a la gente, podría ser una gran líder balear"

Alcalde de sa Pobla, impresor, presidente de los Antics Blavets

Llorenç Gelabert: "Lina Pons ilusiona a la gente, podría ser una gran líder balear" B. RAMON

 Llorenç Gelabert (sa Pobla, 1968) es alcalde de su municipio natal con El Pi. Hombre de Jaume Font desde los tiempos del PP, en su mandato inaugural ha vivido el primer cribado del coronavirus. Empresario de Artes Gráficas, estudió cuatro años en Lluc y preside a los Antics Blavets

Para que se haga cargo del tipo de entrevista: «¿Estoy hablando con Jaume Font?»

Jaume Font es mi espejo, estoy en política gracias a él y me impulsó a presentarme a la alcaldía. Tras su ruptura con Bauzá, cuidé el negocio unos años y me afilié a El Pi.

¿Vivió usted la ruptura Font-Bauzá como un drama?

Más que un drama, vi a un Jaume Font que había trabajado como un jabato, y el entonces presidente del PP no le trató como correspondía.

Ergo, El Pi.

La situación actual que vive el PP es la consecuencia del drama entre Font y Bauzá. Con Cañellas, los populares integraron un regionalismo que hoy les hace falta y que se encuentra en El Pi. 

Su despedida al cribado de sa Pobla fue épica.

Porque en estos cinco días que iban a ser cuatro constaté que los cribadores hacen un trabajo emotivo. Era la primera vez que se llevaba a cabo un test de antígenos de esta magnitud, y mis temores como persona y alcalde desaparecieron al ver la ilusión de la consellera, de los funcionarios, del empresario Nadal que nos cedió la nave. Y cuando encima observas que el pueblo responde pese a la lluvia y ventisca, te animas y te emocionas.

¿Sa Pobla se relajó con el coronavirus?

Sí, hemos de hacer un poco de autocrítica y reconocer que nos relajamos. El mercado, el puente, y tuvimos las consecuencias que ahora se ven por toda Mallorca. Hemos corregido los errores para no volverlos a cometer.

Escribió usted un bando flamígero sobre el virus.

Hablé con la consellera de Sanidad, y le dije «Patricia, quiero tomar las riendas un poco antes para avisar al pueblo». Y me lancé al ruedo con un bando municipal para que los poblers extremaran las precauciones.

El virus ha reivindicado la agricultura mallorquina de sa Pobla. 

Cuando vemos que no sobra nada, tomamos conciencia del comercio y producto locales. Veo en sa Pobla que las pequeñas tiendas tienen una salud extraordinaria. El dinero que se gasta aquí, se queda aquí. El dinero que, perdón por ser tan directo, se va a Amazon, se marcha y no regresa 

Con lo que produce, ¿sa Pobla podría alimentarse y vivir?

Si lo pregunta en el sentido de vivir dignamente de lo que cultivamos, no nos moriríamos de hambre. Otra cosa son los lujos.

Hablando de lujo, sa Pobla también tiene mansiones en fora vila de millones de euros.

Hay alguna de ese precio, y se están reformando possessions para instalar agroturismos. Cuando acabe la pandemia, sa Pobla tendrá entre cinco y siete hoteles rurales.

¿Hoy miramos a los pueblos de interior de otra manera?

En la actualidad, la economía mallorquina depende totalmente del turismo. El modelo no se cambia de un año a otro, por lo que no veo una salida que no sea turística.

¿Sa Pobla tiene un problema con la inmigración?

No lo creo. Es verdad que enEspaña tenemos mucha inmigración, pero me fijo personalmente en grandes países comoEstados Unidos, aunque no haya sido demasiado ejemplar en los últimos años. La grandeza de su democracia es la integración de anglosajones y latinos. 

¿Blavet de Lluc fue una experiencia satisfactoria?

Estoy orgulloso, y ahora que los Misioneros se hicieron mayores y Lluc lo cogió el obispo Sebastià, irá bien porque es una gran persona.

Como presidente de los Antics Blavets, ¿qué piensa de los escándalos de abusos?

Es verdad que ha habido dos o tres escándalos con sacerdotes, pero no puedo dar fe de ninguno y repito que estoy superorgulloso. La justicia gobierna el mundo y cada uno ha de responder de sus actos, pero yo solo puedo dar alabanzas por lo que me enseñaron

Antes de acabar, Jaume Font también se fue de El Pi.

Tras cuatro años de oposición, aspiraba a presidir el Consell de Mallorca y lo defenestraron, no se lo dieron cuando había trabajado todos esos años. Con el adiós de Font, esta comunidad ha perdido a uno de sus mejores políticos.

Por su cargo, es el hombre más poderoso de El Pi.

Con Jaume Monserrat, alcalde de Felanitx. Yo tengo mucha fe en Lina Pons. La puso Font y no solo es una mujer de palabra fácil, que la tiene como periodista. Además ilusiona a la gente y puede ser una gran líder balear.

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