Las obras de la polémica autopista de Llucmajor a Campos, batalla de las entidades ecologistas contra sus ‘amigos’ del Pacto de Izquierdas en el Consell de Mallorca, se prolongarán tres meses más de lo previsto. El departamento de carreteras que gestiona el podemita Iván Sevillano, confirmó a este periódico que ha concedido una prórroga a la UTE formada por Constructora Pirenaica (Copisa) y la empresa Aglomerados de Felanitx Sa (Afex) para que puedan concluir a finales del mes de marzo. Esta prórroga es base al parón que provocó el estado de alarma y el confinamiento a raíz de la pandemia de la covid-19.

Estaba previsto que las obras finalizaran a finales de noviembre, principios de diciembre, si todo hubiera discurrido con normalidad. No obstante, la situación se complicó en los primeros meses de 2020. La UTE solicitó una prórroga de un año al Consell. Sin embargo, el departamento de Carreteras ha considerado que por el tiempo perdido por la covid solo se puede justificar tres meses de retraso sin que se apliquen penalizaciones.

Entre la UTE que construye la polémica autopista y el Consell existen recelos de hace tiempo. Uno de los motivos es el cambio de proyecto que realizó el Consell a mediados de 2019, cuando las obras ya estaban iniciadas. Se redujo la anchura de la autovía 10 metros en un intento de calmar las protestas ecologista contra el proyecto de la entonces consellera de Territorio, la socialista Mercedes Garrido, y el entonces presidente del Consell, el nacionalista Miquel Ensenyat.

Este cambio de proyecto, según fuentes cercanas a las constructoras, ya significó ralentizar las obras y modificar trazados, un coste que las constructoras entienden que deben asumir desde Carreteras, ya que el presupuesto cambia cuando en una obra de esta magnitud se modifica el trazado establecido. No obstante, en el Consell entienden que al reducir la anchura no hay coste adicional ni tampoco significa un cambio sustancial del proyecto.

Hace unos dos meses el ritmo de las obras bajaron de forma significativa en la autopista y se achacó a estos recelos entre la UTE y Carreteras. Incluso el PP organizó una rueda de prensa junto a las obras para denunciar que «estaban paralizadas». No obstante, el conseller Sevillano siempre ha negado discrepancias y ha asegurado que las obras seguían según lo previsto. Pese a ello, el hecho de que la concesionaria que construye la autopista solicite un año de prórroga para acabar las obras y el Consell le otorgue solo tres meses significa que el conflicto entre ambos todavía no se ha resuelto.

Única obra sin foto política

Las obras de la autopista de Llucmajor a Campos se iniciaron en octubre de 2018. La construcción de esta autovía tiene la curiosidad de que es la única obra de Mallorca de esta envergadura, tiene un presupuesto de 27,4 millones, que no tiene foto de políticos cortando la cinta del inicio de la construcción. Ni el presidente del Consell por aquel entonces, Miquel Ensenyat, ni la consellera de Territorio, Mercedes Garrido, quisieron acudir al inicio de las obras. Sabían que podían encontrarse con las pancartas de los grupos ecologistas protestando y quisieron evitarlo.

El plazo de ejecución de la construcción del desdoblamiento (como lo llaman en el Consell para evitar decirle autopista) era de 22 meses. No obstante, el cambio de proyecto de reducción de la calzada 10 metros para contentar a los ecologistas conllevó un retraso de varios meses, ya que Carreteras tuvo que redactar unos nuevos planos. Por todo ello, estaba prevista la conclusión de la autovía entre Campos y Llucmajor este mes de diciembre.