Con el acuerdo total entre PSOE, Podemos, Més e incluso con Més per Menorca para los presupuestos del Govern, el Pacto mima a Ciudadanos y a El Pi para atar su abstención e incluso algún sí en la votación de las cuentas en el Parlament. Los partidos de izquierdas aceptaron ayer en el debate de presupuestos más de una docena de enmiendas de liberales y regionalistas, mientras aislaron al no aceptarles ninguna de las enmienda a PP y Vox.

Después de haber incorporado ya durante la tramitación 15 enmiendas a Ciudadanos y 10 a El Pi, los partidos de izquierda aceptaron ayer en la primera sesión del debate de presupuestos hasta doce enmiendas de El Pi y una nueva enmienda de Ciudadanos. Si bien con los apoyos suficientes para sacar adelante los presupuestos el voto de liberales y regionalistas no es necesario, los gestos sirvieron para garantizar la abstención de ambas formaciones en la mayoría de las áreas e incluso algún sí, en el caso de El Pi en las cuentas de Educación. En el caso de Ciudadanos, el sí llegará previsiblemente hoy en la votación de los presupuestos de Salud.

Mientras al partido de Inés Arrimadas, con quien ya acordaron la rebaja del plus de residencia de altos cargos de 22.000 a 18.000 euros, así como 4 millones de ayudas a autónomos y 2,‘7 de ayudas a la conciliación, los partidos de izquierda le aceptaron aumentar en 5.000 euros las políticas para el colectivo LGTBI, a El Pi le votaron el aumento de 700.000 euros para convenios de promoción turística con los consells, 500.000 euros para especialistas en educación especial en colegios y 50.000 en escoletes, 25.000 euros para transporte escolar de bachillerato y FP, así como 300.000 en la ampliación del IES Llorenç Garcias de Artà.

De los regionalistas volvió a rechazarse, no obstante, la bajada del 5% del sueldo a políticos, que sólo contó con el apoyo del PP.

Desde Ciudadanos, que fue acusado de ser «la nueva muleta del PSOE» por parte del PP y que recibió el dardo de Vox que definió las enmiendas aceptadas de «chorraditas para contentarles», su líder Patricia Guasp, defendió sus acuerdos en que «flaco favor haríamos a los ciudadanos si sólo estuviéramos en la bronca permanente»: «Si no hubiera sido por Ciudadanos no se hubiera multiplicado por cinco las ayudas a autónomos, comerciantes y pymes».

«Han acordado cinco, pero es que nosotros pedíamos 30 millones», criticó también El Pi a la portavoz de Ciudadanos, recordando que la línea de 15 millones del Govern «se acabó en 10 minutos» debido a la alta demanda.

Con solo 5 de 461 enmiendas presentadas incorporadas en comisión y ninguna en la primera jornada del debate de ayer, el portavoz adjunto del PP, Antoni Costa, que defendió varias enmiendas para bajar impuestos, denunció que «Armengol nunca ha tenido voluntad de llegar a acuerdos con el PP para mejorar los presupuestos de 2021».

«Piden poner más recursos por la covid y cuando llegan los presupuestos caen en la incoherencia de pedir bajar impuestos», les replicaron desde la izquierda, que también reprochó a Vox presentar enmiendas para bajar la recaudación en 500 millones mientras propone un fondo covid de 500.

PP y El Pi piden justificar al 100% el plus de residencia

La reforma del polémico plus de residencia de 22.000 euros a 18.000 euros, 12.000 a justificar, acordada por los partidos del Pacto y Ciudadanos recibirá luz verde con la aprobación del articulado de las cuentas, donde también va incluida la congelación de la subida salarial a los funcionarios. PP y El Pi rechazaron ayer la reforma al entender que independientemente de la cantidad debería justificarse íntegramente, como coincidieron en defender respectivamente el popular Antoni Costa y el regionalista Josep Melià. a.c. PALMA