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La tecnología mallorquina también se enfrenta a la covid

Una empresa de la isla ha creado un programa para el reparto automático de medicamentos que se utiliza en los hospitales públicos de Balears, farmacias y en residencias de ancianos

La tecnología mallorquina también se enfrenta a la covid

La tecnología creada en Mallorca también está colaborando para hacer frente a la covid y a todas sus consecuencias. Y un ejemplo de la implicación contra la pandemia la representa la empresa Farmadosis, que en estos momentos está presente en todos los hospitales públicos de Balears, en muchas residencias de la tercera edad y en algunas clínicas del extranjero. Los creadores de esta empresa son Asier Zubillaga y Francisco García. Hace diez años tuvieron una idea, construyeron una empresa y empezaron a trabajar en un proyecto farmacéutico. No se trataba de crear un medicamento para una determinada enfermedad, porque no era un laboratorio. La idea era utilizar la tecnología para mejorar, precisamente, el reparto de medicamentos. Este proyecto se fue desarrollando y gracias a ello esta empresa, creada y desarrollada desde Mallorca, hoy está presente en 25 países y factura al año unos 20 millones de euros.

Para curar a un paciente tan importante es el diagnóstico médico como que el enfermo se tome la medicación que se le prescribe. Si no toma el fármaco, o lo toma mal, las posibilidades de cura se van limitando. Asier y Francisco tuvieron la ocurrencia de crear un sistema automático de reparto de medicamentos, ya que hasta ese momento no había nada parecido en el mercado.

La pequeña empresa mallorquina no podía competir con las grandes empresas que se dedican al sector médico, que fabrican grandes maquinarias, pero sí podían hacerlo creando un programas específico. Fueron dos años de investigación e intenso trabajo, pero al final se logró crear un sistema informático de dosificación personalizado para cada hospital. Con el uso de la tecnología se evita el error humano a la hora de preparar la medicación del paciente, lo que eleva el porcentaje de curación.

Una de las máquinas que han creado en la empresa.

Asier Zubillaga explicó que hay cinco grandes empresas en el mundo dedicadas a este negocio, pero la diferencia que marca a Farmadosis con el resto es la calidad del programa informático. Cada hospital es distinto y se organiza de diferente manera. Por ello, cada uno precisa una solución específica, y esta empresa mallorquina se la proporciona. Las grandes marcas internacionales ofrecen programas muy generales de reparto, pero la maquinaria de la empresa mallorquina se adapta a cada necesidad. Es decir, da una respuesta distinta a cada caso, con el objetivo básico de conseguir un mayor rendimiento y limitar al máximo el margen de error.

Como la mayoría de empresas dedicadas al negocio sanitario la covid ha supuesto un reto para este sector. Los dos empresarios explicaron que la estructura de la empresa que habían montado estaba preparada para hacer frente a esta complicada situación. La muestra es que durante la fase más complicada del confinamiento traían cuatro aviones por semana a Mallorca, cargados de material sanitario para repartirlo por los hospitales de las islas y para facilitar así la protección de los sanitarios. También se encargaban de suministrar otros productos de uso más doméstico.

Esta empresa ha estado trabajando con cifras que demuestran que más de la mitad de los pacientes no se toman la medicación de una forma adecuada. Ello retrasa, en muchos casos, el proceso de curación. Con el programa que ha creado Farmadosis consigue controlar todas y cada una de las pastillas, desde que entra en el hospital, hasta el momento que se la toma el paciente. Y en este proceso se crea una información que después recibe el médico. El objetivo final siempre es el mismo, que el paciente se cure con más facilidad.

Contactos asiáticos

Si bien el programa informático se ha creado en Mallorca, la maquinaria se debe construir en el extranjero. La empresa mallorquina tiene contactos con fabricantes de Asia, en concreto de China, Corea y Japón. Allí hacen las estructuras de las máquinas, a las que después se les coloca el programa específico adaptado a cada cliente. Este proceso de modernización no solo se está instalando en hospitales. También se está introduciendo en residencias con pacientes de tercera edad y en farmacias. Si se aplica con corrección, es prácticamente imposible entregar al paciente una medicina errónea, ya que la máquina es capaz de captar de inmediato el error. Otra de las características importantes de esta tecnología creada en Mallorca, según incide Francisco García, es la capacidad de controlar todo el circuito del medicamento. Se controla hasta la caducidad de un producto y cuando una empresa farmacéutica deja de servir un medicamento, se sabe dónde están los lotes que no se han vendido, o que todavía no se han suministrado a los pacientes.

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