La pregunta no es ya si Mallorca entrará en el nivel cuatro de restricciones por «riesgo extremo» de covid, sino cuándo. La progresión ininterrumpida de los nuevos contagios condena a la isla a presentar la peor evolución de España en este apartado. Salvo un viraje inesperado de fin de semana, el semáforo se ha puesto en rojo intenso antes de declararlo oficialmente.

El mazazo de los 258 nuevos casos de ayer en el conjunto de Baleares, que conlleva 236 positivos en Mallorca, no solo supone un incremento en torno al diez por ciento respecto del día anterior. Sobre todo, coloca a la isla a la cabeza de España en la ubicua incidencia acumulada, que mide los contagios a lo largo de dos semanas por cada cien mil habitantes.

Al acercarse a los trescientos casos por cada cien mil habitantes, muy por encima de los 250 que definen oficiosamente el riesgo extremo dado que este dato no se refleja en el Boletín Oficial, Mallorca supera la incidencia de Euskadi, la única comunidad que presentaba un indicador más preocupante. Con el agravante de que los vascos están reduciendo los contagios con notable celeridad, en contra de la tendencia mallorquina al alza.

La elevada progresión de las infecciones no se traduce en presión asistencial ni en fallecimientos

Mallorca llegó al estado de alarma con la mitad de contagios que la media española, ahora la supera en un 50%

Para mantenerse en el nivel tres que ahora se tambalea, Mallorca no ha de superar la barrera de los 165 nuevos contagios diarios. Ayer rebasó esa cifra en más de setenta enfermos, con lo que la conservación de la categoría se coloca fuera de su alcance. Además, todas las comunidades españolas rebajan la incidencia a buen ritmo, con la sola excepción de Balears y Canarias. Sin embargo, el archipiélago atlántico presenta unas cifras que son una tercera parte de las mallorquinas, en la única zona que sufre una difusión acelerada de nuevos casos. Los canarios tienen un amplio margen para empeorar sin disparar las alarmas.

Es obligado precisar que Mallorca crece sin control únicamente en la categoría de nuevos contagios. La multiplicación de casos no se traduce en un ritmo sincronizado de presión asistencial ni de fallecimientos. En el panorama estatal, las 428 defunciones atribuidas oficialmente a la covid suponen la tasa más baja de España, una vez más al margen de la excepción canaria. La letalidad es tan reducida que obliga a revisar los mecanismos de contabilidad.

Si la penetración creciente de la pandemia implicó ayer la entrada de dos nuevos pacientes en las UCI de Balears, de 51 a 53, los ingresos en planta están absolutamente estabilizados en 192. La versión optimista del parte de guerra hospitalario conduce a una versión más atenuada de la pandemia, confirmando así la tendencia detectada desde el comienzo de la segunda ola. La versión pesimista apunta al decalaje entre la detección de los enfermos y la necesidad de una atención especializada.

Mallorca llegó al estado de alarma con la mitad de contagios por cien mil habitantes que la media española. El país de donde partió la cepa que ha dado lugar a la segunda ola europea mejora sus resultados sin interrupción, en tanto que Mallorca se estancó primero y empeoró después hasta el punto de que la fluida situación actual la sitúa en torno a un cincuenta por ciento superior al balance estatal. La tónica mallorquina del virus imprevisible no se debe a la frecuencia de las pruebas. Y queda por resolver el misterio del desfase entre una incidencia disparada y unos cribados en sa Pobla o a viajeros procedentes de la península de incidencia limitada.

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Cambio de tendencia: los infectados crecen en la isla un 16% en siete días

El informe de Epidemiología que ayer publicó la conselleria de Salud   sitúa la incidencia del coronavirus en Mallorca en los últimos 14 días en 272,9 casos por cada 100.000 habitantes. El dato supone que en la última semana se ha producido un crecimiento de los contagios del 16%, hasta situarse en niveles de riesgo máximo. La Conselleria notificó también 258 casos en Balears, 22 más que el día anterior y la cifra más alta de los últimos 30 días, y un nuevo fallecido, que eleva el global a 425. En las UCI, donde ingresaron dos personas más, el total de pacientes es ya de 52 personas. La tasa de positividad, el porcentaje de PCR positivas de todas las realizadas, se sitúa en un 7,02%

Municipios: Fornalutx, sa Pobla, Lloseta, Valldemossa y Sóller lideran los positivos

Los municipios que presentan una incidencia acumulada más elevada en los últimos 14 días son Fornalutx (8 positivos), sa Pobla (153 positivos), Lloseta (43 positivos), Valldemossa (10 positivos) y Sóller (73 positivos). Por contra, en Banyalbufar, Búger, Costitx, Deià, Escorca y Estellencs no se ha detectado ningún positivo en los últimos 14 días, según los datos del más reciente Informe de Epidemiología. Por zonas básicas de salud, la incidencia más alta corresponde a sa Pobla, con 28 positivos más, y Pollença (con 22 positivos más). Por contra, las zonas básicas de salud donde más baja la incidencia corresponden a Son Serra (La Vileta, Puigpunyent y Galilea), Pere Garau y Can Pastilla.