«No se trata de recriminar nada a los chicos, lo que hay que hacer es mirar hacia adelante y buscar un camino hacia el futuro». El conocido chef Koldo Royo, como presidente de la Asociación de Cocineros de Balears, junto a José Cortés, firmó un convenio de colaboración con la Fundación s’Estel, que pertenece al Govern. Una colaboración que consiste en el desarrollo de un proyecto socioeducativo de cocina. Son unos cursillos que se realizan en la instalación de es Pinaret, dedicados a los menores que están allí internados por haber cometido algún delito.
Marta Carrió, la directora general de la Infància, destacó el éxito que están teniendo estos cursillos, ya que es una forma para que los chicos conflictivos conozcan el mundo de la cocina. Aseguró que con este programa se está consiguiendo motivar a estos adolescentes, para lograr que cambien de trayectoria y dejen atrás su pasado como delincuentes. Se realizan dos talleres de dos horas por semana y si bien ahora solo se organizan en es Pinaret, no se descarta hacerlos en el centro de es Fustaret.
En estos programas se les enseña a los adolescentes todo el proceso que representa la cocina
Koldo Royo destacó el éxito que están teniendo estos cursillos y agradeció el trabajo desinteresado que realizan los prestigiosos cocineros que colaboran. Explicó que el objetivo principal es buscar una motivación a través de la pasión por la cocina. «Hay que convencer a estos adolescentes que no son peores que otros chicos, pero que deben mirar hacia el futuro».
Los cursillos consisten en explicarles todo el proceso que representa la cocina, desde el conocimiento del producto, su elaboración y la posterior limpieza de los utensilios que se utilizan. Royo consideró necesario que los profesionales se impliquen en estos temas sociales y criticó que ningún sindicalista se hubiera ofrecido para colaborar en estos programas.
El cocinero colabora con asociaciones benéficas y confirmó que cada vez son más las personas que acuden a estos centros en busca de cocina para poder sobrevivir.
