El empecinamiento de unos profesionales conscientes de la importancia de su trabajo unido a las facilidades dadas por la dirección médica en un año lastrado asistencialmente por la covid ha permitido a Son Espases captar a 39 donantes de órganos hasta estas fechas, una cifra impensable en los primeros meses de este ejercicio.

Para calibrar la importancia del logro, el coordinador de trasplantes del hospital de referencia, el intensivista jefe de la UCI Julio Velasco, revela que el año pasado, un ejercicio «normal» sin covid, Son Espases consiguió la colaboración de 51 donantes.

Otro aspecto que quiere resaltar Velasco es el aprovechamiento que se ha dado a los órganos obtenidos. «Hemos conseguido realizar 68 trasplantes renales (la única intervención que se realiza en esta comunidad autónoma a la espera de que se monte el programa de trasplante de hígado, postergado como muchas otras cosas por esta pandemia) aprovechando el 83,9% de los riñones. No recuerdo qué porcentaje de aprovechamiento se consiguió el año pasado, cuando se batió el récord de trasplantes realizados con 83 intervenciones, pero creo que el tanto por ciento fue menor porque hubo órganos más añosos», rememora.

Veinte puntos inferior

Un dato del que sí dispone el intensivista es que con los 1.197 trasplantes renales que se han hecho en esta comunidad desde el año 1990 hasta estas fechas, tanto en Son Dureta como en Son Espases, el porcentaje de aprovechamiento medio fue del 64,3%, casi veinte puntos por debajo del de este año.

Preguntado sobre si creía posible aumentar esta cifra de donantes de aquí a que acabe el año, Velasco se muestra optimista al considerar que podrán llegar hasta los 40 donantes aunque se cura en salud: «Es posible aunque resultará complicado porque son fechas malas».

No obstante, el responsable de trasplantes del hospital de referencia confía en acabar el año siendo uno de los centros sanitarios del país con mayor número de trasplantes.

«Veintiséis de los donantes lo hicieron en muerte encefálica, otros doce en asistolia controlada (parada cardiorrespiratoria) y el que falta para completar los 39 donantes fue una donación en vivo», desglosa la tipología de los donantes el coordinador.

Aparte de los 39 donantes captados en el centro de referencia, en Eivissa y Menorca se obtuvieron los órganos de otras ocho personas solidarias, cuatro en cada una de ellas.

De los 26 pacientes que fallecieron en muerte encefálica se obtuvieron otros órganos que, como viene siendo habitual, se remitieron a centros sanitarios de Cataluña para su aprovechamiento con otros pacientes toda vez que ese tipo de trasplantes no se realizan en el hospital de referencia por falta de una demanda suficiente de intervenciones para conseguir que los profesionales adquieran la pericia necesaria para su ejecución, en la mayoría de los casos.

Así, Velasco detalla que los donantes en muerte encefálica permitieron asimismo enviar 42 órganos a Cataluña: 23 hígados, 5 corazones, 5 páncreas, 4 pulmones y 5 riñones que no pudieron ser trasplantados aquí, cuatro de ellos por ser pediátricos, que no se realizan. Los 12 donantes en parada cardiorrespiratoria permitieron por su parte el envío de 4 hígados, 2 pulmones y 1 páncreas a personas que los esperaban en otros puntos del país.