Carlos Gómez prometió ayer el cargo de nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears y lo hizo en catalán y con la mano izquierda levantada. Este juez que entró en el estamento judicial hace 38 años culmina su carrera con su nombramiento como máximo representante de la Justicia en Balears.

El nombramiento se celebró ayer tarde en el Palacio de Justicia, con la presencia de las primeras autoridades políticas, con Armengol a la cabeza, militares y judiciales de Balears.

El nuevo presidente eligió a su antiguo compañero de tribunal, el juez jubilado Guillem Rosselló, para que le apadrinara en este solemne acto. Su antecesor, el magistrado Antoni Terrasa, fue quien dio inicio al acto, cediendo su asiento a su sucesor, quien sobre todo agradeció el apoyo que le han mostrado sus compañeros para ocupar este cargo, como demuestra el hecho de que ha sido el único que ha optado a ocupar la presidencia del TSJB. Gómez reconoció que, en parte, ha sido elegido para el cargo por su veteranía como juez. «Soy de los más viejos de la casa», dijo, pero «con la edad me doy cuenta del valor que tiene la experiencia para actuar con prudencia».

El magistrado incidió en que era un honor poder ejercer este cargo en una tierra donde no nació, pero en la que se estableció cuando tenía tres años y en la que ha residido toda su vida. En su discurso también criticó el sistema de nombramiento de los jueces, aunque reconoció que no es una solución fácil. «La Justicia no es solo una organización, sobre todo es un valor», indicó el magistrado, que se quejó de la falta de medios que históricamente ha venido sufriendo la administración de justicia.

El nuevo presidente del TSJB se comprometió a trabajar para una mejor administración de Justicia en Balears. «Toda mi vida he trabajado para una mejor justicia y seguiré haciéndolo».

Más medios y renovación de edificios

 «La justicia es aquello que los jueces intentar realizar cada día con nuestras resoluciones. Y con la seguridad que me da la experiencia, la justicia de nuestro país actúa de acuerdo con los principios del Estado de Derecho, con plenas garantías de independencia e imparcialidad». El nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears aprovechó su nombramiento para criticar la falta de medios que viene sufriendo la administración de justicia y la necesidad de afrontar un proceso de modernización. 

Al acto acudieron la presidente del Govern, Francina Armengol: la delegada del Gobierno, Aina Calvo; el vicepresidente Juan Pedro Yllanes, y el presidente del Parlament, Vicenç Thomás.

A pesar de que se le ha elegido por unanimidad para el cargo, al ser el único el único candidato, Carlos Gómez, cuestionó el sistema de nombramientos en el sistema judicial. «La solución no es fácil. Los sistemas de derecho comparado son diversos y ninguno de ellos evita los riesgos de politización, de corporativismo o e la confluencia de los dos». Y bajo este argumento, el juez consideró necesario que se inicie una deliberación sobre esta polémica y que debe ser protagonizada por los ciudadanos, ya que son para ellos para los que trabajan los jueces. 

«La lealtad institucional no está reñida con la crítica respetuosa», insistió Gómez, que dejó claro que era una crítica al sistema y no a las personas. Refiriéndose a los problemas que debe afrontar el sistema judicial de Balears, abogó por la necesidad de crear un plan de edificios. «En Balears no cabe ni un juez, ni una jueza más. Necesitamos un plan de edificios».

También profundizó sobre las reformas que afronta el sistema judicial. Y señaló que de los tres poder públicos del Estado, el judicial es el único que no tiene independencia económica y por tanto depende de los otros dos. «El buen funcionamiento de la justicia como administración, como servicio público, dependerá de que se le proporcione leyes adecuadas y de que se dote de los medios personales necesarios. La justicia quedó al margen de la modernización»