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La aviación privada se refuerza en Mallorca por su plus de seguridad

La alta demanda de los ‘jets’, que se disparó el pasado verano, se sigue beneficiando de la caída de las conexiones aéreas por la crisis de la covid

La aviación privada se refuerza en Mallorca por su plus de seguridad

La alta conectividad del archipiélago, con Son Sant Joan a la cabeza, que permitía unir las islas con los principales aeropuertos europeos y nacionales y elegir entre variedad de frecuencias se fue al traste a partir de marzo. Recuperarla es uno de los principales retos de Balears para que vuelva a ocupar su privilegiada posición como destino turístico. Mientras, la aviación ejecutiva, que ofrece seguridad contra el virus de la covid, ha resistido a la debacle del sector aéreo e incluso ha salido reforzada, teniendo en cuenta la caída en picado de la comercial. La actividad de vuelos regulares ha descendido en Son Sant Joan más de un 65 %, por contra los vuelos regulares solo lo han hecho un 30 %.

El pasado verano el aeropuerto de Palma despuntaba a nivel internacional por la llegada de jets. En temporada baja, los aeropuertos isleños siguen siendo un destino preferente para la aviación privada.

Extranjeros con propiedades

Atendiendo solo a los jets internacionales llegados a los aeropuertos baleares, principalmente a Mallorca y Eivissa, entre julio y finales de noviembre se han registrado 2.775, según datos de Sanidad Exterior, el organismo que los ha estado supervisando desde que se instaló el control sanitario con la reapertura de fronteras.

A bordo de esos jets privados llegaron 10.571 pasajeros. Solo se activó el protocolo covid con un viajero, que fue derivado al IB-Salut.

Gerardo Manzano, consejero delegado de Europair, broker aéreo especializado en la contratación y gestión de vuelos chárter, constata «el incremento en el uso de vuelos privados», que fue «más notable durante en verano» cuando empezaron a levantarse las restricciones a partir de finales de junio. Corrobora que Balears y «Mallorca en particular» han recogido «buena parte de ese crecimiento» por su perfil de destino turístico «con una considerable masa de residentes extranjeros con propiedades en las islas».

Manzano suma otro factor al posicionamiento el pasado verano en la demanda aérea privada, la buena situación sanitaria de Balears .

De enero a octubre, Son Sant Joan ha registrado 6.735 movimientos de jets, con 15. 724 pasajeros. En todo el 2019 hubo 10.532 operaciones de vuelos privados, con 25.074 viajeros. Estos datos, facilitados por Aena, incluyen tanto movimientos nacionales como internacionales. Teniendo en cuenta la debacle de este año para la aviación y que prácticamente de marzo a mayo la movilidad estuvo muy restringida, la caída de la aviación privada que ronda el 30 % en el aeropuerto mallorquín es una buena noticia.

En la aviación comercial, hasta octubre Son Sant Joan ha alcanzado unas 69.000 operaciones (-65%), con 5, 6 millones de pasajeros (-80 %). Los vuelos privados están capeando la crisis gracias a sus fortalezas de exclusividad y seguridad para aquellos que pueden costearlos.

Los brokers aéreos han ganado nuevos clientes. Cuenta Gerardo Manzano que al perfil tradicional de cliente que lo emplea por diversos motivos se han añadido pasajeros que «antes de la aparición de la covid-19 utilizaban múltiples y diversas conexiones aéreas que cubrían sobradamente parte de la demanda del mercado». Al desaparecer, «se han visto obligados a buscar otras alternativas para cumplir con sus deseos y necesidades de viaje».

Y la actual situación sanitaria ha generado « un buen número de vuelos por la tranquilidad que ofrece un avión privado, imbatible respecto a cualquier otro medio de transporte», continúa el CEO de Europair.

«También se permite controlar, limitar y reducir el contacto personal durante el proceso hasta embarcar y evitar todo contacto durante el vuelo». Después de aterrizar se repite el proceso de mínimos contactos.

Los aeropuertos de origen de los vuelos privados son en su mayoría europeos y españoles. Es difícil hablar de los principales mercados internacionales porque «no es posible guiarse por el domicilio fiscal de la persona o entidad que firma el contrato de fletamento, puesto que pueden estar domiciliados en un país de conveniencia», añade Manzano.

Récord en julio

¿Viajes en jet por negocios, más por ocio o por las dos cosas? «Depende enormemente del perfil del cliente y también de la temporada del año» en que se vuela, explica Gerardo Manzano. El CEO de Europair dice que en verano es más habitual el ocio, pero se combina con razones profesionales. Por ejemplo, un vuelo privado de ida hacia un destino turístico puede producirse «justo después de terminar una importante reunión en algún lugar de trabajo común para el mundo empresarial, o viceversa»

   Fuera lo que fuese, Mallorca vivió un boom en vuelos privados en el verano pandémico: en julio hubo 1.994, un 21 % más que el año pasado, con 5.228 pasajeros (+33 %), con una media de 2,6 pasajeros por avión. Y agosto, con la eclosión de las restricciones, 1.507 movimientos (-2 %) que trajeron 3.748 viajeros (-2 %). 

Ponerle precio a un vuelo privado está sujeto a múltiples variables «impredecibles», como el coste del combustible (entre el 15 % y el 30 % del precio) o si hay que mover el avión de una base a otra y el número de ocupantes. Un Berlín-Palma, en uno de 9 plazas, se movería entre 1.300 y 1.800 euros por asiento.

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