Estas Navidades se va a registrar un aluvión de fiestas ilegales en propiedades privadas de Mallorca, según se advierte desde la patronal balear de ocio nocturno (ABONE). La ausencia de alternativas para celebraciones como las de Nochevieja va a ser aprovechada para hacer negocio por algunos, como se refleja en un rastreo realizado por esta organización, del que se desprende que apenas quedan en la isla propiedades rústicas para alquilar en esas fechas, puntos en los que se suelen organizar este tipo de celebraciones en fechas como las antes señaladas o en verano.

El presidente de esta organización empresarial, Jesús Sánchez, responsabiliza de la situación que previsiblemente se dará en momentos como Nochevieja al Govern balear y a los ayuntamientos, a los que acusa de no querer organizar, en colaboración con las empresas del sector, ofertas de ocio nocturno alternativas y en las que se puedan garantizar medidas como el uso de mascarillas o las distancias sociales en instalaciones como el Palma Arena o Son Fusteret.

«El problema es que aunque ahora quieran ponerlo en marcha, probablemente ya no llegaríamos a tiempo», lamenta el citado representante empresarial.

Jesús Sánchez subraya que la paralización que se ha aplicado en la actividad de salas de fiestas y discotecas está impulsando que el ocio se esté desplazando hacia ofertas de carácter ilegal, ya sea en negocios sin la correspondiente licencia (como restaurantes en los que se incluye oferta musical) o propiedades privadas, sin que en estos casos se adopten medidas para evitar la transmisión del coronavirus.

Fiestas con ocio ilegal

Y hace especial hincapié en que este tipo de actividades se van a multiplicar durante las próximas semanas en celebraciones como el puente de la Inmaculada, Nochevieja, Sant Sebastià o Sant Antoni. El ejemplo que pone es la antes señalada ausencia de residencias rústicas en alquiler para Navidad, dado que este tipo de espacios ya fueron empleados en verano para la organización de fiestas con disc jockeys y baile. Hay que recordar que se trata de propiedades privadas, lo que hace muy difícil el acceso de los agentes policiales, en el caso de ser detectadas, sin contar con la correspondiente orden judicial.

En este aspecto, Jesús Sánchez insiste en la pasividad de la Administración ante este problema. Como ejemplo, destaca que el 21 de octubre remitió una carta al concejal de Cultura del ayuntamiento de Palma, Antoni Noguera, en la que le advertía ya de la «preocupación por el desarrollo de la próxima campaña de Navidad». En ese documento se le insistía en que «en el momento presente se están convocando actividades de ocio que no aplican ninguna medida de prevención ni de control».

Por ello, ABONE se ofrecía para mantener una reunión en la que plantear alternativas de ocio en las que se pudieran adoptar medidas de seguridad sanitaria, con una colaboración público-privada para organizarlas en amplios espacios como los mencionados Son Fusteret o Palma Arena. La respuesta ha sido inexistente, según se lamenta.

Plan de rescate

Jesús Sánchez reconoce que el ocio nocturno ya ha tirado la toalla y no se plantea la posibilidad de poder recuperar su actividad durante la Navidad. Precisamente por eso lo que se pide ahora es un plan de rescate, con ayudas para que las empresas del ramo puedan llegar vivas a la próxima temporada turística, como podría ser su participación en este tipo de eventos.

En relación a este último punto, se muestra especialmente crítico con el Govern balear, al que acusa de mantener bloqueadas las relaciones entre ambas partes. En este aspecto, señala que «tras muchas semanas de presión», el pasado día 18 consiguió mantener un encuentro con la directora general de Turismo, Rosana Morillo, y el director del IBASSAL, Rubén Castro, en la que se solicitó el citado plan de rescate, y recordó que solo Extremadura, Melilla y Balears no han fijado ninguna medida de ayuda al sector, en la que se planteó la posibilidad de organizar eventos de forma conjunta como los antes señalados para «ofrecer un ocio seguro».

«La gente va a salir en Navidad, no se va a quedar parada», alega Jesús Sánchez, y considera inevitable que si no hay una oferta vigilada, se opte por las fiestas ilegales, que en su opinión son más peligrosas frente al objetivo que se han fijado las islas de llegar al próximo mes de marzo con cifras de contagios bajas para poder reactivar los corredores seguros para la llegada de turistas.

Protestas

La organización de actos de protesta está de nuevo en la agenda de las empresas de ocio nocturno, siguiendo los pasos de las que se han puesto en marcha en otras comunidades autónomas, según pone de relieve el presidente de la patronal del ramo (ABONE), Jesús Sánchez. En este sentido, apunta que se está analizando la convocatoria de diferentes movilizaciones, dado que se trata de un sector que ha visto su actividad prácticamente paralizada a lo largo de todo el año en las islas, pese a los protocolos que se diseñaron para garantizar la seguridad sanitaria frente al coronavirus.