La Guardia Civil investiga una empresa perteneciente a un holding internacional americano, con sede europea en Londres, por una mala gestión de residuos sanitarios de la covid-19, en una operación que se ha saldado con la detención e investigación de 20 personas. La operación "Ribio" se ha centrado en las sedes en Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y Madrid de esa empresa, pero también en las sedes de Portugal.

Según informa este sábado la Dirección General de la Guardia Civil, la empresa investigada reducía costes en envases, manipulación y equipos de protección, con el incremento del riesgo de dispersión del virus que ello supone.

Las vigilancias llevadas a cabo por el SEPRONA han revelado que los residuos infecciosos eran almacenados en la calle y sin los envases adecuados, utilizando otro tipo de embalaje más económico.

El ahorro en envases provocaba que gran parte de los mismos -al contener sustancias líquidas- se deteriorara y el contenido de las bolsas acabara disperso por la vía pública. Además, la mayoría de los operarios sólo disponían de guantes como equipos de protección individual.

El "modus operandi" de la multinacional les permitía incrementar los beneficios obtenidos, que se estiman en un 300 por ciento.

La empresa investigada asumía un volumen y tipo de residuos muy por encima de la previsión realizada en base a su capacidad, lo que ha desembocado en posibles tratamientos incorrectos que no conseguían neutralizar la carga vírica y el riesgo de infección.

En suma, actuaciones negligentes que han podido generar situaciones de contagio, subraya la Guardia Civil, que destaca que los investigados utilizaban naves no autorizadas para el almacenamiento clandestino de estos residuos.

De hecho, la empresa incrementó su gestión en tres toneladas en tan sólo unos meses, sin capacidad para ello.

Entre las irregularidades detectadas, el instituto armado explica que la empresa gestora usaba cajas de cartón como envase para guardar las bolsas infecciosas, contraviniendo las normas de seguridad mínimas aceptadas y marcadas por la legislación vigente.

Todo ello generaba un riesgo para los trabajadores que lo manipulaban y lo transportaban, especialmente en empresas subcontratadas no habilitadas para este tipo de residuos y donde los transportistas no contaban ni con cualificación, ni con protocolos de actuación.

A los responsables de la empresa se les atribuye varios delitos relacionados con la gestión irregular de residuos, delitos contra los derechos de los trabajadores y contra la salud pública.

La mala gestión de estos residuos puede acarrear directamente la aplicación de sanciones penales con condenas de prisión de dos a cinco años, multa de ocho a veinticuatro meses e inhabilitación especial para profesión u oficio por tiempo de uno a tres años.

La operación "Ribio" se ha enmarcado dentro de las campañas operativas y preventivas desarrolladas por EUROPOL en el marco de la emergencia de la covid-19, de acuerdo con los marcos legislativos internacionales, de la Unión Europea y los nacionales.

El Seprona ha colaborado de manera estrecha con la Guardia Nacional Republicana de Portugal para inspeccionar las sedes que le empresa tiene en ese país, y ha contado con el apoyo de EUROPOL en el análisis de las comunicaciones y en el de la documentación para hallar posibles relaciones con el resto de países europeos.