«Estoy en la lista de espera para ir al frente a luchar por mi pueblo; iría ahora mismo pero las fronteras están cerradas». Abdi Erguebi, un joven saharaui de 32 años que ejerce de mediador intercultural en Inca desde hace más de una década y donde reside con su esposa, también saharaui, y su hija de dos años, expresa de esta forma su sentimiento de impotencia por vivir desde la distancia la escalada de tensión entre el Frente Polisario y Marruecos en la zona fronteriza del Gerguerat.
Junto a su familia y otros saharauis, Abdi acudió el jueves al pleno de Inca para apoyar a Més y Podemos, que presentaron una moción conjunta a favor de la causa de su pueblo.
Abdi visitó Mallorca por primera vez en 2001 en el marco del programa Vacances en pau, por lo que afirma que tiene dos familias. La biológica sufre las consecuencias del conflicto con Marruecos. «Están encerrados, no pueden recibir visitas, hay militares marroquíes en todas las calles», apunta. La familia de acogida reside en Inca. «Ambas están muy tristes», lamenta.
A pesar de que su vida está en Mallorca (habla un catalán más que correcto), el joven saharaui está dispuesto a dejarlo todo para ir a la guerra. «Llevamos 45 años luchando pacíficamente, somos un pueblo de paz», apunta antes de hacer un llamamiento a la Cruz Roja para que envíe observadores a los territorios ocupados. «Se están violando los derechos humanos y no hay asistencia médica».
