Los comerciantes de Palma confiaban en que la jornada del Black Friday aumentara la recaudación y fuera un estímulo para realizar más ventas. Pero la campaña de ofertas no pudo superar el efecto de la crisis económica que se está viviendo en la ciudad, como consecuencia de la pandemia sanitaria, aunque es verdad que ayer las ventas fueron algo más altas que en las últimas semanas. La mayoría de comercios del centro de Palma se sumó a esta iniciativa comercial, que se está realizando desde hace unos años, ya que se ofrece al consumidor adelantar las compras de navidad a unos precios mucho más bajos. Y es que debido a que en los últimos ocho meses las tiendas apenas han vendido, este año algunos comerciantes están ofreciendo hasta descuentos del 50 por ciento.
Este año la campaña del Black Friday no se desarrolla en un único día. La mayoría de comercios vienen ofreciendo estos descuentos desde principios de semana, e incluso algunos desde hace más tiempo.
Lógicamente, toda oferta de descuentos atrae clientes y también ventas. Sin embargo, las operaciones que se realizaron sobre todo entre el jueves y el día de ayer, no alcanzan ni la mitad de lo que se recaudó el año pasado, a pesar de que muchos comerciantes están ofreciendo descuentos mucho más elevados que la temporada pasada.
Los vendedores de las tiendas se ven obligados a escuchar las quejas de los clientes. El tema siempre es el mismo: la crisis y la falta de dinero. Y es que son miles los trabajadores que están en una situación de ERTE y este año no se pueden permitir algunas compras que sí podían el año anterior, antes de la pandemia.
La mayoría de vendedores consultados por este periódico aseguraron que solo con observar lo que ocurre en la calle se nota de inmediato la crisis que sufre el comercio, porque apenas la gente sale a pasear por las áreas comerciales. «Como no pueden comprar, ya ni siquiera entran en las tiendas y esto deja en una situación muy grave a la mayoría de comercios», explicó una empresaria.
En la mayoría de calles comerciales de la ciudad ya han cerrado negocios y otros ofrecen un traspaso porque no pueden continuar sosteniendo esta situación y se ven abocados al cierre.
Patricia Arena es la empleada de la tienda Misako, en la calle Sant Miquel de Palma, quien asegura que la mayoría «de clientes compran por necesidad, porque tienen que realizar algún regalo. Ya nadie compra por capricho, porque la crisis está afectando a casi todos», asegura.
La empleada de la tienda explicó que este año se han visto obligadas a cambiar la estrategia comercial. En los años anteriores las ofertas del Black Friday solo se ofrecían el viernes y el fin de semana. Sin embargo, este año la mayoría de comercios empezaron esta campaña a principios de semana.
Raquel Navarro, de la tienda Forum, en la calle Sant Miquel, se quejó también de las ventas de las últimas semanas, aunque confiaba en que estos días pueda vender algo más gracias a los descuentos que ofrece. «El jueves no fue un mal día de ventas, pero no recaudamos ni la mitad que el año pasado en las mismas fechas. Y es que basta asomarse a la calle para comprobar que apenas pasea gente», lamentó. También coincide con este lamento Apol·lònia Borrás, de la tienda Javier Simoa, que explicó que este año la ausencia de turistas ha ocasionado un duro golpe al comercio de la ciudad. «Por la mañana entra poca gente, pero a partir de las cinco de la tarde ya no entra nadie», explica la comerciante, que asegura que la venta «no depende de los descuentos que se ofrecen, sino que depende de la situación que estamos viviendo».
Nuria Sánchez y Detelia Penova están al frente de la tienda de perfumes Xarig, en la calle Jaume II de Palma, que también ofrece altos descuentos. «Esperamos vender algo más que estos últimos días, pero la presencia de personas es muy irregular». La tienda ofrecerá estas ofertas hasta el domingo, que abrirá por la mañana.
Laura Rodríguez, la encargada de la tienda de zapatos Ulanka, se quejó también de la crisis de este año, a pesar de que confía en que los descuentos de hasta el 50% aumenten estos días las ventas. «Nosotros adelantamos el Black Friday y lo vamos a prolongar, porque así vendemos algo más. El año pasado tuvimos que contratar a más personal y este año muchos empleados han sido enviados a su casa».
Mientras que el pequeño comercio se queja de la crisis, los grandes centros comerciales sí se beneficiaron de esta campaña de venta. La mayoría de estos comercios ofrecía grandes ofertas y durante el día de ayer recibieron más clientes que otros días.
Antoni Fuster, de Pimeco, explicó que la campaña de estos días no está funcionando, porque es más fuerte la crisis económica, que el esfuerzo que pueden hacer los comerciantes por vender. Se quejó, en cambio, de las cifras de venta online, que están aumentando estos últimos días por los agresivos descuentos que están ofreciendo. «La gente no se da cuenta de la importancia de fomentar las ventas en el comercio local, porque nos jugamos mucho. Si se compra por internet el dinero no se queda en Mallorca, sino que va al extranjero.
