«¿Puede este país permitirse tener un ministro de Sanidad que se niegue a dialogar con los médicos, en un momento tan crítico como éste? Evidentemente, no. Illa, diálogo o dimisión».

De esta manera concluía el manifiesto que ayer leyó en Son Espases el presidente del sindicato médico de Balears (Simebal), Miguel Lázaro, tras una concentración repetida por todo el país en protesta contra el real decreto promulgado por el Gobierno central que, entre otras medidas, prevé el trasvase de facultativos desde los hospitales a los centros de salud o que médicos extracomunitarios sin la especialidad aún reconocida puedan ejercer como tales. Medidas que han suscitado un gran malestar entre la clase médica y que ha provocado que convoquen jornadas de huelga todos los últimos martes de cada mes pero que este, en un ejercicio de responsabilidad ante la situación epidemiológica, han decidido trocar en concentración.