Cuando está a punto de cumplirse un mes del último endurecimiento de las restricciones por la pandemia con la entrada del toque de queda, los contagios del coronavirus empiezan a caer aunque lentamente en Balears. Si bien las medidas no se traducen aún en un desplome del virus, poco a poco se va confirmando con cada vez más claridad la tendencia a la baja de la pandemia. Por cuarto día consecutivo las islas registraron ayer menos de 200 nuevos contagios, cifra en la que se había instalado la curva en las últimas semanas. Según los datos de Salud, del martes a ayer miércoles se diagnosticaron un total de164 positivos del coronavirus.

Si bien los 175 casos del domingo y los 125 del lunes entraban dentro de la tendencia de las últimas semanas debido al menor número de pruebas PCR durante el fin de semana, los 165 nuevos contagios notificados el martes y los 164 de ayer ya sí permiten apreciar, aunque siempre con cautela, esa tendencia a la baja de los nuevos casos de coronavirus, aunque lentamente.

A falta de que el Servicio de Epidemiología informe mañana del dato de incidencia acumulada en las islas, según los datos que ofrece el Ministerio de Sanidad, a día de ayer la incidencia había bajado en las islas a 217 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas -el pasado viernes se cifraba en 269- y en apenas 73 casos en siete días.

También bajan los ingresos

Para apuntalar la evolución de los nuevos casos como una buena noticia en la evolución de la pandemia en las islas, por segundo día baja la tasa de positividad, quedando además por debajo del 5 por ciento, tal y como aconsejan las autoridades sanitarias internacionales para dar por controlada la pandemia: el martes 4,8 por ciento, y ayer 4,1 por ciento.

Con estas cifras, Balears logra poco a poco bajar una curva que ha permanecido varias semanas estabilizada después de casi un mes del toque de queda, que las islas retrasaron hasta la medianoche y que el pasado día nueve prorrogaron quince días más. Durante este tiempo también se ha llevado a cabo el cierre perimetral de Manacor, que era hasta la semana pasada el núcleo con mayor incidencia de la covid. Sin embargo, el Govern ha sido de los únicos gobiernos autonómicos en descartar en estas semanas tanto el cierre perimetral de la comunidad como el confinamiento domiciliario, que sí solicitaron otras autonomías al Gobierno.

Después de haberse alcanzado el martes una de las cifras más altas de fallecidos en la segunda ola con seis muertos por segunda vez en la última semana y alcanzar los 400 desde el inicio de la pandemia, Salud no comunicó ayer ningún deceso. Tampoco lo hicieron las residencias de ancianos, que se mantienen en los 190 fallecidos desde el mes de marzo.

De las 400 muertes de la pandemia, 172 han tenido lugar desde el mes de agosto con la segunda ola, 101 de ellos usuarios de residencias de ancianos.

Las hospitalizaciones, al alza en las últimas semanas y sólo frenadas por el buen ritmo de altas, bajaron ayer a 231. También descendieron los pacientes críticos ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI) por debajo del medio centenar hasta los 48.

Los 231 ingresados ayer suponen mantener las distancias con las cifras del pico de principios de septiembre, cuando las islas contabilizaron cerca de 300 pacientes en planta, y seguir lejos de lo peor de la pandemia a principios de abril, cuando se superaban los 600 y se atendía domiciliariamente a los que no eran graves. Los 48 pacientes en UCI supone menos de la mitad de lo que llegó a haber simultáneamente durante la primera ola del virus.