A partir del próximo lunes los pasajeros de países no Schengen, entre ellos los británicos, que lleguen al aeropuerto de Palma sin la prueba PCR con resultado negativo en covid que exige el Gobierno a partir de esa fecha, además de ser sancionados pueden ser repatriados a sus países de origen.

Con la entrada en vigor de la nueva medida del test que se incorpora a los controles sanitarios que se vienen realizando en Son Sant Joan, se endurecen las condiciones de entrada. Además de que si un pasajero no presenta una PCR negativa realizada en las setenta y dos horas previas a su llegada a España será sancionado –con multas de hasta 3.000 euros si se considera una infracción leve y hasta 600.000 euros en caso de considerarse muy grave–, también se le puede denegar la entrada si procede de un país de la zona no Schengen, según fuentes cercanas a Sanidad Exterior.

El ministerio de Sanidad publicó el listado de países a los que se les exige la prueba diagnóstica con resultado negativo y entre ellos se encuentran junto a los de la Unión Europea terceros países. En el caso del Reino Unido, que con su salida de la UE es un tercer país, a sus ciudadanos se los podría impedir el tránsito si no presentaran el PCR obligatorio.

Desde el lunes, en Son Sant Joan el personal subcontratado por Aena para realizar los controles sanitarios de los pasajeros asume también la realización de las pruebas de antígenos para las personas que o bien no cuenten con la PCR negativa o sobre las que haya sospechas de infección por SARS-Cov-2.

El control primario, que comprende la toma de temperatura y la recogida del Passanger Location Card (PLC), el cuestionario de información sanitaria que ahora incorporará el resultado del test PCR, lo continuará haciendo Interserve. Mientras el control secundario, que examina a los viajeros posibles portadores del virus o bien que no presenten la PCR obligatoria, y por tanto se les hará el de antígenos, le corresponde a Quirón. Todo ello siempre bajo la supervisión del servicio de Sanidad Exterior. Los viajeros positivos en covid se continuarán desviando al sistema público de salud.

En el reparto que ha efectuado el ministerio de Salvador Illa de las pruebas de antígenos al aeropuerto de Palma le han correspondido 25.600 y a los de Eivissa y Menorca 8.800 a cada uno.

Contratos por 31 millones

Por otro lado, Aena ha sacado a licitación de nuevo los controles sanitarios primario y secundario en la zona de llegadas que se realizan en su red aeroportuaria por un total de 31 millones de euros, que actualmente realizan Interserve y Quirón.

Para el control sanitario primario la licitación asciende a 13,1 millones brutos y en el caso del secundario a 18 millones. El tiempo de duración del servicio será de cuatro meses y se puede ir prorrogando, señalaron fuentes de Aena.

La contratación de Interserve y Quirón finaliza el 31 de diciembre. Las dos empresas comenzaron a brindar este servicio en el aeropuerto mallorquín el pasado 1 de julio, tras adjudicarse los contratos, Quirón por 8,9 millones e Interserve por 10,8 millones.

Con una plantilla superior a un millar de trabajadores iniciaron su labor de cribaje de los pasajeros después de que Aena asumiera la orden del Gobierno español para su gestión con la apertura de fronteras.

Campaña en Change.org de los hoteleros

La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), en la que está integrada la patronal mallorquina, ha lanzado una campaña a través de la plataforma Change.org, junto con otros colectivos del sector turístico, para reclamar al Gobierno que se incluyan los test de antígenos como prueba válida a los viajeros internacionales para entrar en España. Se critica que la exigencia de la PCR generará problemas en los países emisores porque resulta «excesivamente cara e incluso no está disponible» de forma generalizada. CEHAT y los TTOO alemanes han enviado una carta al presidente Pedro Sánchez al respecto.