Balears no completará su recuperación de la crisis abierta por el coronavirus previsiblemente hasta 2023, según el economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso. La previsión de esta entidad es las islas van a protagonizar este año la mayor caída económica de España, de un 20%, aunque también el crecimiento más intenso del país en 2021, de un 10,5%, pese a que este último será claramente insuficiente para recuperar todo lo perdido.

Según el informe sobre la situación del archipiélago presentado ayer por BBVA, a las islas les quedan todavía recorrido para recuperarse totalmente de la crisis actual. Porque aunque el crecimiento durante el próximo año se prevé intenso, 2021 se cerrará todavía con una caída del Producto Interior Bruto de Balears de un 11,5% respecto a los niveles precoronavirus de 2019. Eso conllevará que durante este año y el próximo se van a destruir 35.000 empleos del archipiélago en relación a 2019, y que la tasa de paro seguirá creciendo, pasando del 16,7% del presente ejercicio a un 17,3% durante el siguiente.

Por ello, el economista jefe de BBVA Research pronosticó que habrá que esperar hasta 2022, y más probablemente a 2023, para volver a los niveles de actividad económica que había en 2019.

En este sentido, el director territorial Este de BBVA, David Conde, reconoció que la crisis económica generada por la pandemia «se ha cebado con las islas» y que ha asestado un «golpe tremendamente duro», al tiempo que defendió la labor de las entidades financieras como parte de la solución para encarar la recuperación.

Sectores más afectados

Durante la presentación, Miguel Cardoso señaló como sectores más afectados precisamente los más vinculados a la actividad turística, especialmente deteriorada durante la pandemia.

De este modo, los mayores daños se han registrado en bares y restaurantes, comercio de moda, hoteles, transporte, viajes y ocio, por citar algunos ejemplos. Por contra, los que han mostrado las caídas menos acentuadas son la alimentación, las grandes superficies, la tecnología o los productos del hogar (como mobiliario).

Desde BBVA no se oculta que siguen existiendo importantes incertidumbres que pueden hacer variar al alza o a la baja esas estimaciones.

Las que pueden provocar que las previsiones empeoren se centran en la evolución de la pandemia y en el impacto de segundas y terceras olas de la enfermedad.

Por contra, pueden hacer que el balance final sea más positivo la aplicación de las nuevas vacunas, la capacidad de mostrar a los turistas que las islas son un destino seguro, y la utilización adecuada de los fondos procedentes de la Unión Europea. En este sentido, no se ocultó que estos factores, que pueden favorecer una evolución más positiva que la inicialmente prevista, son los que están ganando peso. En este apartado, también se puso en valor la senda expansiva de gasto aplicada por el Govern de Francina Armengol.

Precisamente un elemento clave de la recuperación serán las medidas públicas que se adopten durante los próximos trimestres, y en ese aspecto se señaló la necesidad de mantener el acceso al crédito y los ERTE para evitar la pérdida de una parte significativa del tejido empresarial.

Datos del impacto

A la hora de calibrar el impacto que esta crisis está teniendo en las islas, Miguel Cardoso señaló algunos datos de la propia entidad financiera. Por ejemplo, durante los momentos más duros de la pandemia el gasto realizado en las islas a través de las terminales de punto de venta (TPV) y de tarjetas de BBVA cayó un 72% frente al 50% de la media española.

Este hecho se incrementa en el caso del gasto realizado por extranjeros con tarjeta, que entre abril y junio cayó más de un 90% en las islas.

Palma-Calvià es la zona menos afectada

Si se analiza el impacto que la crisis está teniendo en el mercado laboral balear, se comprueba que la zona formada por los municipios de Palma y Calvià está siendo la menos afectada, con una caída del empleo del 10,3% entre febrero y junio (algo que se achaca a la menor dependencia del turismo de la capital del archipiélago) mientras que en el resto de Mallorca esa bajada se cifra en un 24,8%, según se pone de relieve en el informe presentado ayer por el BBVA.

Las islas con el descenso más acentuado del empleo están siendo Eivissa y Formentera, en parte por su mayor dependencia del turismo extranjero, mientras que en Menorca este recorte es de un 18,4%.

Por otro lado, se subraya que si en el inicio de la crisis de 2008 los más perjudicados laboralmente fueron claramente los menores de 34 años, en la actual éste sigue siendo el colectivo más dañado, pero con un fuerte impacto también entre los que tienen 35 y 50 años, lo que los convierte en una generación duramente castigada.