El director del hotel Blue Sea Arenal Tower, en la zona de s’Arenal de Llucmajor, en el que residen inmigrantes irregulares que han tenido algún tipo de contacto con enfermos de covid, niega que se haya producido ningún tipo de problema con estos residentes. El responsable del edificio, que prefirió mantener su nombre en el anonimato, mantuvo que la situación es «normal», rechazando que las limpiadoras del hotel hayan tenido algún tipo de problema con estas personas, tal como informó este periódico.

Este grupo de migrantes, unidos a personas que viven en la indigencia, llevan más de un mes residiendo en este hotel. Los vecinos de la Platja de Palma han venido denunciando que se hubiera escogido este hotel como centro covid, entre otras cosas, porque se encuentra situado frente a un parque infantil, y a pocos metros de un colegio.

El hotel permanece vigilado las 24 horas por cuatro agentes de la Guardia Civil, dado que los migrantes no pueden salir de las habitaciones, ni siquiera para ir al comedor, ya que hay órdenes de que permanezcan confinados por peligro a posibles contagios.

El pasado jueves los agentes de la Benemérita intervinieron tres cuchillos, localizados escondidos en distintas habitaciones ocupadas por los migrantes. La Benemérita dio cuenta de esta incautación al director del hotel, que a pesar de ello, insistió ayer que la situación de convivencia con estas personas era normal.

Los migrantes están repartidos por distintas habitaciones, aunque algunos comparten el mismo espacio. Su libertad de movimiento queda limitada, ya que lo único que se les permite, además de estar en la habitación, es salir a la terraza que da a la calle principal. Vecinos de la zona confirmaron ayer a este periódico que habían visto cómo varios de ellos se colaban en la habitación de algún compañero a través del balcón, compartiendo durante horas la misma estancia.

El director del hotel se mostró ayer algo molesto cuando se le preguntó sobre los incidentes que habían tenido algunas trabajadoras de la limpieza, que se sentían acosadas por varios de estos migrantes. El responsable de este establecimiento dijo que estos incidentes no se habían producido. Sin embargo, no explicó que el pasado jueves por la mañana solicitó a los guardias civiles que acompañaran a las limpiadoras, ya que estas trabajadoras tenían miedo de entrar solas en las habitaciones de los migrantes argelinos.

Personal del hotel denunció a este periódico el comportamiento conflictivo de estos residentes, ya que la mayoría se siente agobiado al no poder salir de la habitación. Explicaron que han sorprendido a algunos de ellos incumpliendo el confinamiento, ya que han entrado en la habitación de algún compañero. También han sido vistos fumando en los balcones y lanzando las colillas a la calle. Además, suelen escupir desde estos balcones. Un vecino contó ayer que vio cómo uno de ellos lanzó a la calle una botella atada a una acuerda y desde la calle le pasaron algún tipo de objeto, que no pudo identificar.

Algunos migrantes en el balcón del hotel. J.F.M.

Los migrantes que ayer por la mañana se encontraban en los balcones se mostraron incómodos cuando se les estaban tomando fotografías. Casi todos ellos estaban mirando sus respectivos teléfonos móviles mientras pasaban el tiempo en la terraza.

Por otra parte, el director del hotel también mostró su enfado ante las quejas vertidas por los vecinos, que se han opuesto a que este establecimiento, por su ubicación frente a un parque infantil, haya sido contratado como centro covid. El responsable del negocio dijo que los vecinos deberían preocuparse más por el trapicheo de drogas que se produce en la misma plaza de s’Arenal de Llucmajor, o por los incidentes de seguridad ciudadana que se cometen en la zona, que por las personas que residen temporalmente en este establecimiento turístico.