Uno de los días más negros que deja el coronavirus en esta segunda ola en Balears. Salud informó ayer de hasta seis nuevos fallecidos por la covid en las anteriores 24 horas en las islas. Una de las cifras más altas desde el fin del confinamiento, sólo superada en una ocasión en el pico de la ola en agosto, cuando se contabilizaron nueve decesos. Con estas nuevas muertes, el número de víctimas mortales de la pandemia en las islas ya roza los 400, 392 a día de hoy, 164 durante esta segunda ola. La consecuencia, precisamente, de una segunda curva que no llega a bajar y se sitúa en 268 casos por 100.000 habitantes, pero que al menos ralentiza su crecimiento y se va estancando.

Según los últimos datos del Servei de Salut, otro día más como en las últimas semanas la cifra de casos diarios rondaron los 200, 205 en esta ocasión, que confirman el estancamiento de la curva en las islas: ni sigue subiendo, lo que por ahora da cierto oxígeno en cuanto a la presión sanitaria, pero no baja, lo que sigue dejando a las islas en una situación frágil y como zona de riesgo.

La incidencia acumulada en los últimos 14 días es, según el último informe del Servicio de Epidemiología, de 268 casos por 100.000 habitantes, un ligero aumento respecto a la cifra anterior del mismo informe, que situaba el indicador en los 244 casos, pero inferior a la última subida semanal. Supone un crecimiento del 10 por ciento, cuando hace una semana el salto era del 30 por ciento, al pasar de 192 a 244 casos. De momento, además, la incidencia sigue siendo todavía inferior al pico de esta segunda ola registrado a finales de agosto, cuando se superaban los 300 casos por 100.000 habitantes de incidencia acumulada en Balears.

Sin embargo, la persistencia de la curva en cifras demasiado altas desembocaron ayer en una de las cifras más negras de esta segunda ola con esas seis nuevas muertes por la covid. El viernes pasado, ya en una de las cifras más altas de estos meses, se informó de cuatro decesos en un día.

La elevada cifra de muertes de ayer no equivale a un empeoramiento de la situación de la pandemia en las islas a día de hoy, sino que refleja la gravedad de la situación en días pasados y los efectos de mantener durante tantas semanas una cifra demasiado elevada de casos de coronavirus. A mayor número de casos, más muertes, como llevan advirtiendo desde Salud desde el verano.

Ayer no se registró ninguna muerte en residencias de las islas.

Bajan los ingresos

En lo que se refiere a la presión sanitaria, la buena noticia es que tras el aumento de una semana a otra, los pacientes bajan de 225 a 215 y las UCI se mantienen en el último día en 54 casos. Ambos indicadores, por debajo de lo alcanzado en el pico de esta segunda ola del virus y lejos de la presión en los hospitales de la isla en lo peor de la pandemia a finales de marzo.

Un dato preocupante es que 351 profesionales sanitarios se encuentran aislados, 99 por haber dado positivo del coronavirus y otros 252 por haber mantenido contacto estrecho.

La tasa de positividad, el porcentaje de positivos sobre el total de PCRs, sigue por encima del 5 por ciento por debajo del cual se recomienda estar, pero en un 6,31 por ciento, lejos del 13 por ciento en el que estuvo en el pico de la segunda ola a finales del mes de agosto. De hecho, también es inferior a la cifra que se daba hace solo una semana, el pasado viernes, cuando se situaba por encima del 8 por ciento. Ese día también se registraban 44 casos de covid más de los notificados durante el día de ayer.

Todos estos dados apuntan en la dirección que señalaba el jueves el portavoz del comité de gestión de la pandemia en las islas, el doctor Javier Arranz, que hablaba de una «tímida y lenta bajada»: «El incremento de nuevos casos se está ralentizando e incluso empieza a ser negativo», valoraba el doctor Arranz. «Nos está costando salir de esta segunda oleada», reconoció el portavoz de Salud en la gestión de la pandemia, que defendió, no obstante, que las restricciones establecidas en el archipiélago «están demostrando su eficacia».

Un positivo en Son Güells obliga a aislar a sus 39 usuarios

La detección de un positivo entre los 88 trabajadores de la residencia de personas discapacitadas de Son Gúells obligó ayer a activar los protocolos y aislar a los 39 usuarios que tiene este centro asistencial. Según informó la Conselleria de Salud, este caso se detectó en uno de los cribajes rutinarios que se hacen en las residencias. Además de haber aislado a todos los usuarios, hoy se realizará un nuevo cribaje en la residencia. El anterior se había realizado el 4 de noviembre y todas las pruebas diagnósticas dieron negativo.