Más de 330 alumnos están exentos en este momento de asistir a la escuela por el riesgo que supondría en su caso contagiarse de coronavirus.

Un total de 174 estudiantes tienen ahora un certificado que acredita que tienen un perfil vulnerable por padecer algún tipo de dolencia o estar en un momento delicado (por ejemplo, recién operado) mientras otros 163 alumnos no están asistiendo presencialmente a clase por convivir con alguna persona que tiene perfil de riesgo. En ambos casos, la situación debe estar acreditada por Salud. Estas cifras, indican desde Educación, van variando ya que hay estudiantes que en un momento no conviene que vayan a clase con sus compañeros (recuperamos el ejemplo del alumno recién operado), pero que pasado un tiempo puede reincorporarse a la enseñanza presencial.

Estar exento de ir al colegio o instituto no significa no recibir clase o tener algún tipo de acompañamiento. Según explica la directora general de Primera Infancia, Comunidad Educativa e Innovación, Amanda Fernández, Inspección hace un seguimiento con los centros sobre cómo se mantiene con estos niños que están en casa el acompañamiento escolar.

Estas cifras han sido aportadas por 339 centros de los cerca de 400 existentes. Inspección, indica Fernández, también contactará con los colegios e institutos que no han respondido para completar la información.

El absentismo es un tema que preocupaba especialmente a Educación este año, tras constatar que durante el confinamiento casi un millar de estudiantes se desconectaron de la enseñanza telemática y ‘desaparecieron’ del sistema. Algunos fueron localizados ya el año pasado y se reengancharon al curso gracias a la labor de los Policías Tutores.

Este año, señala Fernández, las cifras de alumno absentista son similares a las de cualquier otro curso. Este periodo académico la dirección general se marcó como objetivo hacer un trabajo muy intenso de prevención del absentismo con las familias, algo que los orientadores están haciendo según expusieron el pasado día 6 en una jornada que celebraron.

El trabajo con los padres este curso incluye también el manejo del gran temor que algunos tienen o tenían al contagio, algo que en algunos hogares ha disminuido al constatar que el número de infecciones detectadas en los centros es relativamente baja según los datos que facilita el Govern cada semana. Así, alumnos que no se incorporaron las primeras semanas, ya están acudiendo con normalidad.

Para aquellas familias (un grupo muy reducido) que siguen mostrando un miedo tenaz a que sus hijos vayan a clase y no tengan razones justificadas por Salud, Educación ha iniciado una colaboración con la Oficina Autonómica de Salud Mental para ofrecerles un acompañamiento y trabajar esos temores.

Respecto al certificado que exime de ir a clase por tener perfil vulnerable o convivir con alguien de riesgo, Fernández razona que debe estar realmente justificado y así debe ser acreditado por Salud. En algunos casos, es necesario recordar a los padres sobre el primordial derecho a la educación de los niños.

En el caso de los alumnos absentistas recurrentes sin razón justificada y una vez agotada la vía de intervención por parte de tutores y orientación, el caso pasa ya (a veces con la mediación previa de los trabajadores sociales que tienen algunos centros en plantilla) a los servicios sociales o a la fiscalía, pero son episodios muy excepcionales y que suelen venirse arrastrando desde hace años.