Este curso un total de 254 centros educativos ofrecerán sesiones de refuerzo y acompañamiento a los alumnos con más dificultades al acabar la jornada escolar en el marco del programa PAE. Además, un total de 50 trabajadores del ámbito de lo social se incorporarán a las plantillas de determinados centros (25 ya están trabajando) para contribuir a evitar el fracaso y abandono escolar con un trabajo cercano con alumnos en riesgo de dejar los estudios y con sus familias.

Así lo anunciaron ayer el conseller Martí March y la directora general de Primera Infancia, Innovación y Comunidad Educativa al explicar que en total este curso se destinarán más de cuatro millones de euros para impulsar «la inclusión educativa» a través de diferentes programas y con docentes especialistas. Más de la mitad de estos cuatro millones llegan del Gobierno por el programa PROA+.  

Gracias a este programa, además de ampliar el PAE, se contratará (además de los 25 nuevos trabajadores sociales ya citados) a 23 especialistas de pedagogía terapéutica que trabajarán en 21 centros educativos. Se trata de resolver así las denuncias de las familias de niños con discapacidades que se quedaron sin apoyos porque este personal pasó a ser tutor. 

Además, se ha dedicado medio millón a una línea de «apoyo económico» a las escuelas e institutos (en este caso solo a los públicos «ya que no se pueden hacer aportaciones directas a los concertados») para mejorar sus planes de acogida, tutoría, orientación, convivencia y/o digitalización así como la atención a la diversidad con alumnado en situación de vulnerabilidad social o con necesidades específicas de apoyo educativo. 

Recibirán esta ayuda (de un máximo de 15.000 euros) un total de 48 centros educativos de los 141 que la habían solicitado. 

Según explicó el Govern, el programa PROA+ prioriza los colegios e institutos con los indicadores más altos de «pobreza educativa» (absentismo, nivel socioeconómico...).