«Hablando con amigos nos explicaban los problemas que tenían con la enseñanza semipresencial, con que sus hijos no pudiesen ir a clase todos los días, y entonces se nos encendió la luz: ¿Por qué no damos cobertura a esta necesidad?». 

Así fue como Inma Fita y Joan Reus decidieron aprovechar parte de las instalaciones de su novísimo centro de formación y darles un uso con el que en principio no contaban: acoger y proveer de equipo y supervisión docente a los estudiantes en modalidad semipresencial los días que no les toque ir al instituto.  

Desde luego dieron en el clavo: esa necesidad de las familias existe. Ahora tienen una quincena de alumnos de 2º de ESO, todos del mismo centro educativo. «Los padres se han organizado entre ellos y se han contado que existe esta opción», apunta ella, que explica que han acondicionado dos aulas con este fin y han contratado a una profesora, Marina, para ayudar a los chicos durante la jornada (están de 9 a 13 horas, a las 11 hacen un descanso). «Les da apoyo en todas las materias, a veces los chicos necesitan una explicación para hacer las tareas», indica Fita, que explica que aunque ahora solo tienen alumnos de un mismo curso (y de un mismo centro), están preparados para recibir estudiantes de todos los niveles que hagan enseñanza semipresencial. Todo en grupos de máximo de 15 alumnos y «con todas las garantías de seguridad».

Cabe recordar que esta modalidad solo puede aplicarse a partir de 2º de ESO y aunque Educación pidió a los centros que trataran de priorizar mantener la modalidad presencial 100% para los chavales de este curso (tienen 12 o 13 años) en 75 institutos y concertados no se ha logrado. 

Fita y Reus han logrado encontrar una oportunidad de negocio inesperada para su centro de formación, que han abierto en un momento en que la tendencia entre los negocios es bajar la persiana para siempre: «Hemos sido valientes», admite Fita, «yo tengo más de 20 años de experiencia trabajando en centros de formación y nos decidimos a dar el salto». 

Han arriesgado, pero también saben que cuando hay la demanda de actividades formativas sube. Son centro colaborador del SOIB y ofertarán formaciones ocupacional subvencionada, además clases particulares e idiomas. 

«En tiempos de crisis es muy importante dar una salida a la gente en paro», razona Inma Fita, «no solo es para mejorar el currículum, también es importante el sentirse activo».