El crimen machista de Remedios Cortés, de 32 años, ha desatado el temor a un enfrentamiento entre clanes gitanos rivales de El Hoyo. La víctima había decidido poner fin de una vez por todas a su relación con su primo Antonio Cortés, de 35 años, con el que tenía cuatro hijos en común de ocho, once, trece y quince años. Al parecer podría haber iniciado otra con un miembro de una familia rival. Él no aceptó que ella le dejara y decidió acabar con su vida, preso de los celos y con extrema brutalidad. Momentos antes del asesinato, Antonio le habría realizado a Reme capturas de la pantalla del Whatsapp de su móvil, sin su consentimiento, en la que le mostraba supuestas conversaciones con su nueva pareja.

Los encuentros y desencuentros entre Antonio Cortés y Reme Cortés eran continuos. Así lo atestiguaron vecinos del poblado de El Hoyo, que habían intercedido en más de una ocasión para que la ruptura entre ellos no se consolidara. "Nos hemos reunido varias veces con ellos para que no se separaran", indicó un familiar de la pareja en el asentamiento. Los celos de él habían convertido la convivencia en imposible. El enésimo capítulo del acoso de él hacia ella ocurrió en el interior del Seat León rojo que conducía Antonio con la víctima al lado, frente al Secar de la Real, momentos antes de perpetrar el crimen.

Antonio Cortés no soportaba que Reme le hubiera comunicado la ruptura definitiva. El único vínculo que les unía últimamente eran los cuatro hijos que tenían. En la noche del pasado martes, en el interior del vehículo cuando circulaba entre el Camí de Son Anglada y el Camí de Ca na Verda, frente al Secar de la Real, el asesino le pidió explicaciones por la supuesta relación que ella había iniciado con un miembro de una familia rival. Para reforzar la acusación, le mostró las capturas del Whatsapp y sus conversaciones con su supuesto novio. Ella reiteró su intención de dejarle y se inició una acalorada discusión dentro del coche que le hizo perder el control al conductor y se estrelló contra unos bloques de hormigón.

El siniestro no tuvo consecuencias graves. Ambos resultaron ilesos, pero Reme comenzó a temer por su vida. Abrió la puerta y emprendió la huida a la carrera por el Camí de Ca na Verda. Antonio fue tras ella y no tardó en darle alcance. Una vez que la había derribado y Reme estaba indefensa en el suelo, el asesino confeso se ensañó con ella y trató de prolongar su agonía antes de acabar con su vida. En primer término, Antonio Cortés la golpeó repetidamente con piedras por todo el cuerpo y le clavó un destornillador en el tórax. La herramienta ensangrentada fue encontrada en el camino de tierra. El golpe mortal se lo propinó en la cabeza con una piedra de grandes dimensiones. El tremendo impacto le causó la fractura del cráneo y la muerte, tal y como certificaron el miércoles las tres forenses que le realizaron la autopsia.

En lugar donde Antonio Cortés mató a su prima y pareja Remedios Cortés quedó un gran charco de sangre. Acto seguido, el asesino arrastró por la tierra el cadáver de la víctima hasta llevarlo a una zona boscosa y trató de ocultarlo con unos matorrales y unas ramas.

El temor a que se desatara una guerra entre clanes gitanos quedó patente en el mismo momento en el que Antonio llamó a unos familiares para decirle que había tenido un accidente de tráfico y que Reme había muerto. Nadie creyó entonces que el siniestro fuera la causa del fallecimiento. Todos estaban convencidos de que Antonio Cortés había matado a Remedios Cortés. La relación que esta había iniciado con un miembro de una familia rival ya les hizo temer entonces a posibles represalias. Por este motivo , los familiares del asesino instaron a Antonio para que se entregara. Los familiares llamaron a la Policía y dieron una versión confusa de lo ocurrido aludiendo a un supuesto accidente de tráfico y a que tenían miedo de que pudiera haberles pasado algo.

Una patrulla de la Policía Nacional se desplazó poco después al lugar señalado y encontraron el vehículo rojo sin nadie en el interior. En las inmediaciones encontraron restos de sangre y, tras una detallada inspección ocular por las inmediaciones hallaron el cadáver de la víctima semioculto entre unos matorrales y tapado con ramas. Poco después, el presunto asesino hizo una llamada para entregarse desde s'Hostalot. Los policías acudieron al lugar y le detuvieron.

En la mañana del miércoles, Antonio Cortés realizó una detallada reconstrucción de cómo había cometido el brutal crimen machista. La comitiva judicial y los investigadores del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica acompañaron al asesino confeso mientras este iba explicando los espeluznantes golpes y agresiones que propinó a la víctima hasta que acabó con su pareja y prima. Este comportamiento de Antonio y que aportara todo lujo de detalles había sido instigado por sus familiares en aras de que no se desatara una guerra con un clan rival, yq que Reme había iniciado una relación con uno de ellos.

Hasta perpetrar este crimen machista, Antonio Cortés no tenía antecedentes penales. Remedios Cortés no le había denunciado nunca por malos tratos, aunque los desencuentros eran notorios y sobradamente conocidos por su entorno más cercano. Otro tanto ocurría con los celos que siempre mostraba el asesino. El tercer crimen machista del año en Balears desató el miércoles una oleada de condenas de repulsa en numerosas instituciones de las islas. Aunque confesó durante la reconstrucción, Antonio se negó a declarar ante los investigadores. El teléfono de atención a las víctimas de violencia de género es el 016.

016, teléfono contra la violencia machista

Si sufres violencia machista o conoces a alguien que pueda estar en esta situación, llama al 016. Es un servicio totalmente confidencial, no deja rastro en la factura y está activo 24 horas, los 365 días del año. Al otro lado responderá un equipo de expertos, capaz de dar asesoramiento en 52 idiomas diferentes. También se puede enviar un correo a la dirección 016_online@igualdad.es