El Yasmine of the Sea, el megayate del príncipe de Catar que sufrió en Palma un brote de coronavirus, con 5 casos positivos, salió el día 30 de septiembre de su confinamiento en el Club de Mar para trasladarse a Cartagena, tras una travesía de 13 horas y 44 minutos. Allí, en los astilleros Navantia, está siendo sometido a una revisión y ampliación de la popa en el que ya es uno de los proyectos estrella de la empresa pública naval española, en un año especialmente difícil por la caída de la inversión.

El brote de Covid-19 en el barco del príncipe de Catar se declaró el 8 de septiembre, tres días después de atracar en Palma tras un crucero por el Mediterráneo del que había disfrutado Abdallah ibn Khalifah Al-Thani, miembro de la familia real de Catar y primer ministro del país entre 1996 y 2007, junto a su familia.

El yate 'Yasmine of the sea', durante su confinamiento en Palma por un brote de cinco positivos por Covid-19

Al-Thani y sus acompañantes recalaron en Porto Cervo (Cerdeña), Ibiza y Valencia, donde desembarcaron antes de poner rumbo a Palma y atracar en el muelle exterior del Club de Mar, donde en los días posteriores fueron confirmándose los positivos por Covid-19 entre los miembros de su tripulación.

Al-Thani mandó construir el buque, de 80 metros de eslora, en el año 2001 en los astilleros holandeses Oceanco, uno de los constructores de megayates más exclusivos del mundo, autores de obras maestras del mar como el Black Pearl, el Jubilee o el Barbara.

Encargó el diseño a The A Group y unos interiores personalizados al diseñador Camillo Constantini, que distribuyó en sus ochenta metros de eslora alojamiento para 24 huéspedes, con una suite principal, cuatro suites para invitados y siete dormitorios más con baño privado dominados igualmente por el diseño más suntuoso, además de otras dependencias para alojar a los 33 miembros dela tripulación del buque.

Según dejaron escrito en el catálogo los astilleros Oceanco, Al-Thani restringió la toma y publicación de fotografías de los interiores del buque, "pero la palabra espectacular viene a la mente de todos aquellos que han tenido la oportunidad de recorrer su inmenso y fascinante interior".

El buque fue bautizado originalmente con el nombre de Startgate. Hasta que pasó a hacer chárters de lujo a 500.000 euros la semana con el nombre de Yasmine of The Sea y bandera de Bahamas.

La familia real de Catar posee a la vez otros yates muy especiales, como el Katara, de 124 metros, o el Al Lusail, de 123.

Ahora Abdallah ibn Khalifah Al-Thani quiere mejorar todavía más el barco y con este objetivo ha depositado su confianza en los astilleros públicos de Navantia, un referente en el diseño y la construcción de buques militares y civiles de alta tecnología. El yate ya ha sido sacado del mar y está preparado para la ampliación y las mejoras a las que será sometido, convirtiéndose en el primer buque que el astillero acoge desde su departamento de reparaciones recuperó la actividad tras el confinamiento obligatorio.