El Obispado de Menorca consideró ayer que la decisión de una catequista de casarse por lo civil con una persona del mismo sexo es «incoherente» porque supone «no aceptar la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio». De este modo explicó que se haya pedido a la catequista del Centre Catequístic de Sant Miquel de Ciutadella «dejar de enseñar la fe cristiana» a los más jóvenes.

«Ser catequista es una misión que la Iglesia encomienda a determinadas personas para que, en su nombre, enseñen la fe que ella profesa. Corresponde a la Iglesia valorar las cualidades que debe tener un catequista antes de confiarle o retirarle esta misión, sin que esto suponga discriminación ni exclusión», señalaron desde el Obispado.

Al respecto, el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, manifestó en IB3 Ràdio que «nunca debe ser incompatible ser lesbiana con ser cristiana». «El problema ha venido cuando se ha casado...quiero respetar las decisiones pero querría que hubiera diálogo antes de tomar decisiones».