El sector turístico rechaza la imposición de prohibiciones en su actividad aunque aboga por una necesaria regulación de los flujos turísticos para hacer sostenible un modelo que hoy por hoy no lo es. Así se puso ayer de manifiesto en una nueva edición del Foro Turismo + celebrado en el Club de Diario de Mallorca.

Bajo el título Turismo con S de Sostenibilidad y Selección, representantes del sector debatieron sobre los retos de la industria, entre ellos la incorporación cada vez más de la economía circular para tirar de otras actividades. Además, dejaron claro el rechazo al turismo de excesos.

La directora de este rotativo, Marisa Goñi, dejó claro que «cuando tengamos el remedio el motor turístico se volverá a poner en marcha» y ahí está la gran oportunidad de repensar el modelo con «la ese de sostenibilidad».

La jornada –patrocinada por RIU Hotels & Resorts y Vueling, con la colaboración de la Agencia de Estrategia Turística de les Illes Balears (AETIB) del Govern y Estel– contó con la participación de Manuel Butler, director ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo (OMT), por videoconferencia; Kike Sarasola, presidente de Room Mate; Juan Trian Riu, consejero de Riu Hotels & Resorts; Gabriel Subías, CEO de W2M, y Marc Rahola, CEO de OD Group, también vía streaming. La clausura corrió a cargo del conseller Iago Negueruela.

Butler, quien disculpó a Zurab Pololikashvili, el secretario de la OMT por no poder participar, lamentó «la ausencia de coordinación» a nivel internacional en los protocolos y en las medidas restrictivas. Pues ante una situación sin precedentes en la crisis actual «se está navegando con niebla y sin saber qué está pasando». De ahí la necesidad de hablar «un mismo lenguaje», que ahora se está plasmando con los semáforos por países ante la pandemia que ha puesto en marcha la UE. «Es un paso en la buena dirección» cuando el turismo está «en modo supervivencia».

Hacia el segundo semestre se espera el inicio de la recuperación y entre dos y cuatro años volver a la situación precovid, valoró el director ejecutivo de la OMT, para quien a la ecuación de costes en la actividad turística se debe integrar las externalidades, «especialmente los impactos sociales».

A Butler le siguió un diálogo entre el moderador de la noche, Antoni Munar y Kike Sarasola, presidente de Room Mate, quien recordó como nació la hotelera, una compañía que buscaba hoteles con «un lujo asequible» en el centro de las ciudades que respondieran a las «tres des»: dormir, ducharse y desayunar.

Room Mate, que ya cuenta con un establecimiento en Magaluf, cuya inauguración se ha retrasado por la crisis, sigue buscando hoteles «en Mallorca, Menorca y Eivissa», clamó su presidente. Sarasola se declaró contrario a la «palabra prohibir» y sí a favor de las regulaciones, por ejemplo del alquiler turístico. El empresario también avanzó que su compañía incursionará en los hostales, pues cree que serán «el negocio del futuro».

20

Foro Turismo+ en el Club Diario de Mallorca

Con una defensa del turismo de masas – «la demanda turística sigue intacta» y «los flujos turísticos se volverán a recuperar», aseguró Juan Trian–, los hoteleros abogaron porque el gran reto es «cómo hacemos sostenible un modelo que hoy no lo es», en palabras de Gabriel Subías. Trian hizo hincapié en que «deseamos que vuelvan los turistas», pero también buscarles «con mayor nivel de civismo y sostenibilidad». Al respecto, el CEO de W2M lamentó que se incentive ese tipo de turismo «que paga menos por el avión que por un taxi», y esos viajeros son los que «generan el conflicto social».

En este sentido, Marc Rahola también insistió en que «el modelo del futuro pasa por la sostenibilidad también en lo social», porque lo que nos define es lo local, los proveedores pequeños, volver al mercado de proximidad».

Otro reto es el de las limitaciones. Como subrayó Sarasola, «podría parecerme bien la limitación de cruceros» o en los aeropuertos porque «el gran reto es que convivamos todos» y evitar que haya «300.000 personas a la vez en el puerto de Palma», dijo en defensa del control de flujos.

«Los datos epidemiológicos serán los datos económicos que marcarán «las próximas aperturas», afirmó Negueruela. El conseller defendió también la sostenibilidad social en el turismo, –con el incremento de salarios y evitando las externalizaciones–, porque si esta se da, «la sociedad defiende a su sector» y puso de ejemplo cómo ocurrió con los astilleros.