Los médicos de Balears quisieron ayer mostrar una imagen de unidad como oposición al decreto que pretende aprobar el Gobierno de Pedro Sánchez, por el que se autorizará a cualquier galeno que carezca de título de especialista, incorporarse a la sanidad pública y trabajar en el departamento donde se le necesite. Esta unidad se escenificó ayer en una rueda de prensa celebrada en el Colegio de Médicos, en el que estuvieron presentes, además de su presidente, los representantes de las principales asociaciones médicas de las islas. Todos los médicos están dispuestos a ir a la huelga el próximo día 27 para exigir la inmediata retirada de este decreto, porque entienden que pone en peligro la salud de los pacientes.

José Manuel Valverde, el presidente del Colegio de Médicos, criticó que el Ministerio de Sanidad haya impulsado este decreto sin haber negociado con el colectivo. Cuestionó que un médico que no haya superado el filtro de las pruebas MIR pueda ser contratado por la sanidad pública y que, además, este decreto permita a un facultativo actuar en una especialidad que no es la suya. «Va en contra de toda lógica, lo que demuestra que es un decreto hecho a toda prisa».

Los representantes médicos quisieron dar una imagen de unidad ante la huelga que han convocado para el próximo martes. G. Bosch

Miguel Lázaro, del sindicato médico, calificó esta norma de «decretazo» y explicó que todo el colectivo ha mostrado su total oposición, porque representa habilitar el intrusismo profesional. Confirmó que el ministro Salvador Illa no ha llamado a los médicos a negociar y afirmó que este decreto lo que pone en verdadero peligro es «a los pacientes», que no serán atendidos por especialistas de la dolencia que sufran. «¿El ministro o la propia Armengol se pondrían en manos de un médico que no sea especialista?», se preguntó Lázaro, que afirmó que esta situación que se puede producir en breve en España, no se plantearía en ningún país europeo. El representante de los médicos defendió el sistema de formación de los facultativo y recordó que son profesionales que están reclamados por todos los países europeos, por su gran preparación. «Con este decretazo lo que están haciendo es cargarse la sanidad pública», resaltó.

Lázaro también recordó que los médicos hace 25 años que no convocan una huelga y aclaró que esta protesta no está relacionada con las reivindicaciones económicas, sino en la defensa de la calidad asistencial de los pacientes.

El doctor García Romano cuestionó también la falta de reconocimiento que tienen los médicos en España, y calificó el decreto de «chapuza».

Carlos García, el representante de los médicos MIR en Balears, denunció que en estos momentos a los residentes se les puede enviar de un departamento a otro, en función de la necesidad, pero que ello conlleva el peligro de que un facultativo no esté preparado para atender a un determinado paciente. Afirmó que los médicos que vengan no van a estar vigilados y por ello se pondrá en peligro la salud del paciente.

Indignación por el episodio de Armengol

El colectivo médico de Mallorca se muestra especialmente molesto con el comportamiento que tuvo la presidenta Armengol, al descubrirse que estuvo de copas en un bar nocturno de Palma, más tarde del horario autorizado para que estos locales estén abiertos. El presidente del Colegio de Médicos, José Manuel Valverde, prefirió ayer morderse la lengua y no manifestar en público su opinión, si bien por su forma de expresarse era fácil interpretar su indignación por este episodio. Miguel Lázaro, del sindicato médico, tampoco quiso ahondar en la herida, aunque fue algo más explícito. Dijo que los políticos deben dar ejemplo. «Lo grave no es el acto, porque somos humanos y nos podemos equivocar. Lo grave es la reacción cuando te han pillado», refiriéndose a la explicación de Armengol.