Huida hacia delante de la presidenta del Govern, Francina Armengol. Ni perdón, ni disculpas ni mucho menos dimitir como le reclama la oposición. La presidenta rechaza asumir ningún error por haber estado de copas de madrugada mientras pedía a los ciudadanos «sacrificios» y «máxima responsabilidad» ante la propagación del coronavirus, y sólo lamenta «lo sucedido después», es decir, la polémica y las reacciones suscitadas desde que se reveló el episodio del Hat Bar.

Armengol hizo ayer las primeras declaraciones sobre su madrugada de copas a principios de este mes. Después de haber pasado de no querer «entrar a comentar mentiras» a emitir un comunicado donde reconocía haber salido «alrededor de la una» de un bar de copas del centro de Palma, justificando la salida en «una cena de trabajo», y el haber estado hasta las dos de la madrugada en la calle, a la indisposición de uno de los miembros de su gabinete, ayer lejos de reconocer algún error, cargó contra que «la imagen que se traslade no es lo que haya pasado en realidad», sin entrar a detallar, no obstante, qué parte de su relato no ocurrió.

«Lamento todo lo que ha sucedido después, que la imagen que se traslada no es lo que haya pasado en realidad»

Si bien la convocatoria de un acto no previsto inicialmente daba a pensar que Armengol podía estar buscando una oportunidad de salir al paso de las informaciones y tratar de pasar página, la presidenta optó por la huida hacia adelante. Si bien plagó su respuesta de «lamento», no lamentó el episodio, sino «todo lo sucedido después», es decir, la dimensión tomada por los hechos y la reacción política y social.

«Lamento que esto pueda poner en cuestión medidas sanitarias que son imprescindibles para la lucha contra la covid», pronunció la presidenta, después de que la polémica desembocara ayer en la consellera de Salud defendiendo que «cada uno en su tiempo libre tiene derecho a hacer lo que considere oportuno» el mismo día que anunciaba nuevas restricciones para bares y restaurantes y el límite de las reuniones sociales y familiares a seis personas.

«Lamento que esto pueda poner en cuestión medidas sanitarias imprescindibles para la lucha contra la covid»

Francina Armengol - Presidenta del Govern

Por el resto, la presidenta mantuvo el relato del comunicado. «Convoqué una cena de trabajo con diferentes personas de mi Govern donde se hablaron de diferentes cuestiones de trabajo. De vuelta a casa siguiendo con la conversación decidimos seguirla en un establecimiento, donde estuvimos un rato, tomamos una consumición y volvimos a casa», insistió la presidenta al ser preguntada por los medios en un acto convocado en Menorca.

Preguntada al final por si pensaba dimitir por este episodio, tal y como le reclamó el jueves el líder del PP balear, Biel Company, la presidenta entre risas se limitó a responder que «estoy aquí trabajando, como siempre».

Consecuencias en la gestión

Si la polémica ya tuvo sus consecuencias en la gestión de la pandemia al llevar a la consellera de Salud, Patricia Gómez, a dar un giro en un discurso señalando que «cada uno en su vida privada tiene derecho a hacer lo que considere oportuno», ayer sirvió a la patronal empresarial de las islas CAEB para cuestionar las nuevas restricciones a la restauración.

«El poder interactuar socialmente y el poder reunirse en torno a una comida en un restaurante, bar o cafetería es un derecho universal y, sobre todo, un espacio seguro y así lo demuestra la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, saliendo a tomar algo y disfrutar de nuestras terrazas como cualquier persona», ironizó la CAEB en una nota.

Apoyo de Yllanes, mutis de Més

Por su parte, Podemos cerró filas con la presidenta restando importancia a la polémica. El vicepresidente del Govern y número uno del partido de Pablo Iglesias en las islas, Juan Pedro Yllanes, valoró el episodio de Armengol, de madrugada en un bar, como «una conducta respetable».

El vicepresidente, que fue interpelado por el tema ante las cámaras de IB3 televisión, evitó ahondar en exceso en la cuestión señalando que «no tenemos nada que añadir» y que «el Consolat ya ha dado las explicaciones». «Primero, no estábamos en el lugar [ni él ni la otra consellera de Podemos, la titular de Agricultura, Mae de la Concha, participaron en la cena anterior a la salida nocturna]», se escudó Yllanes, considerando que «las explicaciones de presidencia son suficientes».

El otro socio de Govern, Més, guarda por ahora silencio. El líder de los ecosoberanistas, Antoni Noguera, ganó tiempo el jueves señalando que antes de valorarlo debía «dar explicaciones el Govern». Siguen sin pronunciarse.