El Sindicato de Inquilinos de Mallorca acusó ayer al Govern de «inmovilismo alarmante» en vivienda y le exigió que tramite y agilice las ayudas al alquiler ordinarias de 2020 así como las extraordinarias por la covid-19 y que haga que funcione el Ingreso Mínimo Vital (IMV).

La organización sindical reclamó al Ejecutivo autonómico en un comunicado que empiece «ya a resolver solicitudes antes de que acabe el año y a pagar las ayudas para amortiguar el sufrimiento, la incertidumbre y la muy posible situación dramática de emergencia habitacional que se prevé en otoño e invierno», dado que esas ayudas serán «para muchos inquilinos sus únicos ingresos en 2020». «De lo contrario, nos enfrentaremos a una ola de desahucios y pobreza imposibles de remediar», advirtió la entidad.

El sindicato reclamó además al Govern que ponga «todos los recursos materiales y humanos que se necesiten para que la población disponga de viviendas» y aplique las medidas extraordinarias que aprobó en 2019, con potestad «para poner en alquiler las viviendas cedidas por bancos y grandes tenedores en el Registro de la ley, expropiar viviendas de los grandes tenedores y finalizar construcciones abandonadas para agilizar VPO».

La entidad pidió al Govern que reclame al Gobierno central «los poderes para poder legislar la regulación del mercado, tal y como tienen ya en Cataluña».

Por otro lado, el sindicato reclamó al Ejecutivo balear que gestione de forma eficiente los problemas creados con la Renta social garantizada (Resoga) y el IMV.

Sobre el traspaso de perceptores de la Resoga a IMV, el sindicato advirtió de que la administración balear «los ha localizado tarde o no han sido localizados y se les suspendió la Resoga a la espera de resolución para el IMV». Aseguraron que el IMV apenas ha llegado «a unos pocos miles» en toda España, y en Balears, en este tiempo de traspaso, «los perceptores de la Resoga se han quedado dos o tres meses sin cobrar nada debido tanto a la mala gestión del Govern como al fracaso que está siendo el IMV».