El Grupo de Ornitología Balear (GOB) avisó ayer de que el cierre de las áreas recreativas del Ibanat, como medida adoptada por el Govern para evitar concentraciones y contagios de la covid-19, genera una dispersión de la presión del uso público sobre el conjunto del territorio.

Según apuntó la organización ecologista en un comunicado, la afluencia de personas que disfrutan del medio natural es máxima este otoño, y como consecuencia negativa de esos cierres, se evidencia una masificación en algunos espacios naturales, con la consiguiente pérdida de calidad de la visita para los propios paseantes, así como el colapso de coches en algunos pueblos y en las zonas de aparcamiento habitual de las principales rutas excursionistas.

Además, el GOB señaló que otros impactos sobre el medio ambiente, como las molestias a la fauna por ruidos o por perros sueltos, los daños a la vegetación y el incremento de la erosión por el tráfico fuera de los caminos, o la contaminación por abandono de basura figuran también entre los efectos negativos que incrementan a causa d este mayor uso público de la naturaleza

La primavera y el otoño son, por su bonanza meteorológica, las épocas de mayor afluencia de personas al medio natural para realizar allí paseos, excursiones y otras actividades de recreo.