«No hemos podido evitar focos importantes con víctimas mortales en las residencias», admitió ayer la presidenta Francina Armengol durante su discurso de apertura del debate de Política General del Govern. «Nos duele profundamente», añadió haciendo autocrítica por lo ocurrido en las residencias, que acumulan 172 fallecidos desde el inicio de la pandemia.

«Sí que tenemos que lamentar una fuerte afectación (del coronavirus) sobre las residencias de gente mayor», reconoció a pesar de las «duras restricciones» mantenidas. «Hemos obligado a todos los centros a disponer de más cuidadores, hemos aumentado la formación de los trabajadores, hemos incrementado los controles y hemos hecho cribajes a todas las residencias de forma periódica», precisó. Pese a todo ello, «desgraciadamente», algo ha fallado: «No hemos podido evitar que se hayan registrado focos importantes con víctimas mortales».