Siete de las 22 residencias de ancianos y de discapacitados de Balears donde se han producido defunciones de usuarios de las mismas por la pandemia de covid concentran el 64,4% de las muertes en este ámbito.

En estos siete centros, curiosamente todos ellos ubicados geográficamente en Mallorca, se han contabilizado hasta el día de ayer un total de 109 fallecimientos de los 169 comunicados oficialmente por la conselleria de Salud.

Así, el macabro podio estaría liderado por la residencia Domusvi de Palma que acumula un total de 31 fallecimientos, todos ellos registrados en la primera oleada de esta pandemia, lo que motivó que fuera intervenida por Salud el pasado 11 de abril.

Tras este centro figura Bell Entorn de Sóller, que con la nueva defunción comunicada ayer ya suma un total de 21 fallecimientos. Al igual que el establecimiento precedente, el asilo solleric fue intervenido el pasado domingo 20 de septiembre, cuando el brote de coronavirus detectado ya había contagiado a la inmensa mayoría de sus residentes y trabajadores y además ya había que lamentar dos muertes.

El tercer lugar del podio lo ocupa por el momento la residencia Seniors de Sant Joan, centro en el que se comunicó tardíamente un brote masivo que había afectado prácticamente a la totalidad de sus usuarios y trabajadores. Hasta tal punto que tuvieron problemas para confeccionar turnos laborales con los que seguir atendiendo el asilo.

Siete asilos de Mallorca concentran seis de cada diez muertes por covid

En la residencia de Sant Joan, que informó del masivo brote a finales de agosto, debutando en lo que ahora se vislumbra como uno de los inicios de la segunda oleada, han fallecido un total de 14 personas.

A diferencia de los dos anteriores, este centro no fue intervenido por las autoridades sanitarias que, en su momento, esgrimieron el argumento de que contaba con capacidad operativa para seguir funcionando para no hacerlo

La que sí fue intervenida, aunque el pasado 11 de abril, durante la primera oleada y el mismo día en el que también se decidió hacerlo con la de Domusvi , fue la residencia Oasis de Palma, que con 12 fallecimientos acumulados ocupa el cuarto lugar en este funesto listado.

La quinta posición en número de fallecimientos, con un total de 11 hasta el momento, la ocupa otro establecimiento del grupo Seniors, este ubicado en la capital de es Raiguer. La residencia de Inca tuvo que ser intervenida el pasado 27 de septiembre al comprobar las autoridades sanitarias que la situación estaba incontrolada. Desde entonces han fallecido diez de sus residentes a los que hay que sumar una defunción anterior acontecida durante la primera oleada pandémica.

Los dos centros que completan los siete que concentran el mayor número de fallecimientos son la residencia Elena de Palma y la Domusvi de Costa d’en Blanes (Calvià). En cada una de ambas hay que lamentar una decena de fallecimientos.

Sexta muerte en la Bonanova

Más allá de esta luctuosa clasificación, ayer se comunicó una nueva defunción en la Bonanova, la que hacía la sexta en este centro y la quinta en esta segunda ola tras tener que lamentar una muerte durante la primera.

Aparte de las citadas, otras residencias de Mallorca con muertes covid han sido: Son Ametler de Palma (9); Seniors Montuïri (9); Cala Estància (7), Llar d’Ancians (5), Verge de l’Esperança de Palma (5) Oms/Sant Miquel (2) Arcadias (1) y Llar de Majors de Calvià (1).

En Eivissa han fallecido 4 ancianos en la residencia Can Blai de Santa Eulàlia, 2 en sa Serra de Sant Antoni y 1 en la Reina Sofía de vila. Por último, en Menorca han fallecido 4 mayores en el geriátrico de es Mercadal y 1 en Santa Rita de Ciutadella.

Fuentes sanitarias vinculadas a la atención de los mayores denunciaron la falta de personal especializado para atender estas residencias y más aún cuando se hace necesario montar en ellas hasta tres circuitos diferenciados.

«Han de cumplir las ratios recomendadas de enfermeras y auxiliares así como disponer de otros profesionales como fisios, terapeutas ocupacionales o nutricionistas. Un anciano asintomático puede no tener fiebre, tos o disnea por el coronavirus, pero sí por una insuficiencia cardiaca que también debe atenderse», explicaron.

Precisamente ayer, el IMAS anunció la contratación de ocho auxiliares de enfermería que se han encargado de acondicionar la tercera planta de la residencia Sa Riera de Palma que desde hace dos semanas acoge a usuarios de otras residencias contagiados aunque asintomáticos. Puntualizó que es la conselleria de Salud quien decide quiénes ingresan en un hospital y cuáles son leves y se pueden derivar a esta residencia.