«Qué bueno fue Franco dejando vivos a tus abuelos», «pagaría por ir al 36 para matar a los rojos uno a uno» o «rogelios de mierda al paredón», son solo algunos de los mensajes ofensivos y que promueven el odio y la hostilidad contra las personas por una determinada ideología política, realizados a través de una cuenta de Facebook por un mallorquín de 43 años tras una publicación de un valenciano que se presentaba a las listas electorales de Podemos en 2017. Por estos comentarios, el mallorquín se enfrenta a una pena de dos años de prisión y una multa de 3.600 euros.

El juicio comenzó ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, pero el acusado no se presentó alegando que no tenía posibilidad de acudir desde la isla, por lo que la sala decidió aplazar la vista. El tribunal advirtió a la letrada del procesado que en caso de que su cliente no comparezca en la nueva fecha fijada se ordenaría su detención.

Por su parte, la víctima a la que se dirigían los mensajes, colgados en su muro profesional, sostiene que «las redes sociales no pueden ser un escaparate para incitar al odio». Como consecuencia de la publicación, las reacciones contra su persona se dispararon en la red social. «Sus descalificativos llegaron a unas 11.000 personas y tuvieron un centenar de comentarios de todo tipo», explica Rafa Aguado, quien incluso llegó a temer por su integridad física.

«El problema es que te asustas y más cuando ya empiezan a desearte la muerte gente que, igual no es nadie, pero puede que sea un psicópata», confiesa el afectado, que durante los días posteriores cuando salía a la calle «miraba hacia atrás porque no sabía quien era esa persona, ya que usaba un perfil falso».

Los hechos se remontan a finales de abril de 2017 cuando el acusado escribió en el muro de la víctima mensajes despectivos en los siguientes términos: «Me cago en ti y en tu comunismo, chavista de mierda, proasesino de tu pueblo, comunimierdas, hijo de perra».

Esto provocó la intervención de otros usuarios de la red social a los que el acusado contestó con el mismo tono ofensivo y, según sostiene el Ministerio Fiscal, «promueven el sentimiento de odio y de incitación a la violencia hacia las personas de la ideología política similar a la víctima».

El procesado no tenían ningún tipo de relación personal con su víctima y actuó «motivado por el odio, la fobia y el resentimiento hacia las personas de ideología comunista», según aclara el fiscal en su escrito. «Una cosa es la libertad de expresión pero no se puede utilizar una red social para insultar», remarca la víctima.

Además de la pena de prisión se le solicita la prohibición de acudir al lugar del delito, es decir, de entrar y publicar comentario alguno en la red social Facebook por un plazo de cinco años. «Un primer paso es alejarlo de las redes sociales, por ello se le pide dicha prohibición», apuntó Ricard Cano, abogado de la acusación particular, que solicita para el acusado tres años de cárcel. De hecho, en su perfil no solo hay comentarios contra los comunistas, sino publicaciones ofensivas contra las mujeres, los inmigrantes y exaltando la figura de Franco. Este último aspecto será constitutivo también de delito cuando entre en vigor la última reforma del Código Penal propuesta por el Gobierno.