Los trabajadores del control de pasaportes del aeropuerto de Palma se han quedado compuestos y sin trabajo. El colectivo, que suma un centenar de empleados, se concentró ayer frente a la sede de la conselleria de Modelo Económico, Turismo y Trabajo para protestar por las irregularidades y precariedad que vienen sufriendo con la contrata del servicio, Acciona Facility Service. Para su sorpresa , el martes la empresa les comunicó que se quedaban sin trabajo porque Aena ha decidido prescindir de este servicio en Son Sant Joan.

Alrededor de una treintena de trabajadores protestaron en la calle Montenegro. En el transcurso de la concentración la directora general de Trabajo, Virginia Abraham, que ha estado mediando en el conflicto, salió a conversar con los manifestantes y reiterarles que su labor negociadora continuará.

A los empleados de Acciona Facility Service se les comunicó el martes que ya no se requieren sus servicios porque Aena ha decidido suspender el contrato de la concesionaria, según explicaron.

«No es necesario»

Al respecto, desde el gestor del aeropuerto se declaró ayer que el contrato de Acciona, la adjudicataria del servicio «para dar apoyo» a los pasajeros y a los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía en el manejo de los sistemas ABC, así como para ordenar y optimizar las colas de pasajeros finalizó el martes pasado. «Teniendo en cuenta la situación actual, hay muy pocos pasajeros no Schengen y, por tanto, no es necesario este servicio», añaden las fuentes de Aena.

Por contra, los trabajadores defienden su labor en colaboración con los agentes de policía. Aseguran que intermedian con los pasajeros brindándoles apoyo gracias a su dominio de lenguas extranjeras e incluso en la detección de pasaportes falsos. En una temporada alta normal gestionan alrededor de 32.000 pasajeros, explicó Hernán Nogués, delegado de CGT.

El centenar de empleados de Acciona, entre personal fijo (9), fijos discontinuos (30)y temporales (entre 60-70) denuncian que han estado más de dos años con errores en las nóminas y además habían negociado –tras una huelga de nueve días en 2019– que a partir de enero del próximo año iban a contar con un convenio laboral similar al que rige en el servicio de handling, que también gestiona Acciona a través de otra de sus filiales.

Todo eso ha saltado por los aires en el escenario actual. Acciona ha ofrecido recolocar en otros servicios, como limpieza, a los empleados fijos y fijos discontinuos, lo que supone, denuncian los afectados, que perderán su antigüedad, horas de trabajo y los complementos que cobraban.

Los trabajadores exigen que Aena se haga cargo del total de la plantilla subrogando al personal con la nueva concesionaria que asuma el servicio.

Virginia Abraham recordó la labor mediadora de la Conselleria en el conflicto hasta ahora. «Es una situación dramática, seguiremos dándoles apoyo y estaremos pendientes de la letra pequeña de esas recolocaciones», dijo la directora general de Trabajo.

En medio del drama, la trabajadora María Garbellí explica cómo por los retrasos en los pagos se ha visto obligada a comer gracias a la ayuda de la parroquia de Santa Eulàlia y a negociar con su casero el retraso del pago del alquiler. «Todavía no he cobrado octubre», asegura.