Después de un mes de vuelta a las aulas y de más de 1.700 pruebas PCR realizadas entre alumnos y profesores, Salud sólo ha detectado 36 contagios de coronavirus en los centros educativos de Balears. Una prueba para el conseller de Educación, Martí March, de que «los protocolos han funcionado» y de que «los colegios no son espacios de contaminación, sino de diagnóstico y prevención». «Los datos demuestran que había que empezar el curso», sacó pecho ayer el conseller de una decisión cuestionada por todos los sindicatos educativos hace apenas un mes ante la llegada de la segunda ola del coronavirus a Balears.

Después de que desde el Sindicato Médico y desde los siete sindicatos docentes se reclamara en septiembre retrasar el inicio del curso escolar, el conseller March no quiso dejar escapar ayer el balance del primer mes de curso sin señalar que el tiempo le ha acabado dando la razón: «Los datos ratifican la idea de que había que empezar pese a algunas voces discrepantes”. “Algunos de los que dijeron que había que retrasar el inicio de curso incluso se han puesto en contacto conmigo para reconocer que se equivocaron”, llegó a compartir March.

Contagios «fuera de los colegios»

Según los datos desgranados ayer por Educación, en un mes de curso han sido diagnosticados 545 alumnos positivos -cifra inferior al acumulado de positivos ofrecidos cada lunes en el Consell de Govern tras depurar los datos- y 59 profesores, que representan el 0,3 por ciento del total de los alumnos. Casos, no obstante, con origen en su mayoría “fuera de los centros”, según las pruebas a los contactos en el aula de los casos positivos.

De las PCR realizadas a más de 1.700 alumnos durante este primer mes sólo se han diagnosticado 36 casos en cinco brotes. Por los positivos hallados, no obstante, se han aislado un total de 149 aulas, de las que 27 siguen hoy en cuarentena, en aplicación de los protocolos de prevención del Govern.

El conseller, que presentó los datos acompañado de la titular de Salud, Patricia Gómez, defendió la vuelta a las aulas señalando que “era necesario dar la máxima normalidad a un curso que no lo era” y que tras un mes “se ha dado confianza a los profesores y las familias”. «Los colegios no son espacios de contaminación, sino de diagnóstico y prevención», resaltó March, que aplaudió «el comportamiento ejemplar del alumnado y los centros» y pidió «no relajarse».

El conseller explicó que se está trabajando con los centros en aumentar ahora la presencialidad cuando sea posible, si bien recordó que “el escenario B es el de todo el curso y no nos planteamos pasar este curso al escenario A”.

Mientras el conseller se congratuló de la situación y defendió también que «todos los centros tienen cubiertas sus necesidades de docentes», la Junta de Personal Docente, que representa a todos los profesores de la educación pública, replicó ayer a través de un comunicado que «no hay normalidad». «Faltan recursos humanos, espacios, protección y ha bajado la calidad educativa» denunciaron. Según el colectivo, «la profesionalidad de los docentes ha permitido que aquello que esperábamos que fuera un desastre sea una situación que la administración vende de normalidad».

El conseller baraja «poner más profesores» para los niños con necesidades especiales

«No olvidamos a los niños con necesidades especiales». El conseller de Educación, Martí March, aprovechó la rueda de prensa de balance de los casos de coronavirus tras el primer mes desde la vuelta al ‘cole’ para abordar la situación de falta de apoyos de los niños con necesidades especiales, cuyos profesores de apoyo se han puesto al frente de clases para rebajar las ratios como medida ante la pandemia. Según el conseller, Inspección Educativa sigue trabajando «centro a centro» para ver los especialistas de los que disponen y qué funciones se les ha tenido que asignar, con el objetivo de tener en el plazo de un mes «solucionado el problema» que, señaló, «puede implicar que tengamos que poner más profesores».

Según el conseller, ahora mismo la atención a la diversidad es «uno de los retos» de su departamento después de este primer mes de curso. «Somos conscientes de que es un problema que tenemos que solucionar», admitió March, que detalló que se está trabajando «centro a centro» para ver si es posible una «reorganización». «Que pasen a ser tutores los profesores de Educación Física o de Música y que los especialistas vuelvan a dar apoyo a los niños», puso como ejemplo, si bien admitió que en el algunos casos no habrá alternativa que «poner más profesores».

March aseguró haberse reunido con las familias y con los centros y se mostró confiado en tener pronto una solución. «Esperamos que el mes que viene, más o menos de aquí a un mes tengamos esa reorganización hecha, pero no queremos poner un plazo», explicó el titular de Educación, que reclamó «comprensión» a las familias. «No es un tema que haya sido por decisión nuestra, sino que ha venido como consecuencia de la situación que vivimos». «No nos olvidamos de los niños con necesidades», zanjó.

Desde el inicio de curso diferentes asociaciones y plataformas de familias con hijos con necesidades se han estado movilizando para denunciar la situación con la que se encuentran sus hijos con perfiles que van desde niños con dislexia, trastornos del espectro autista hasta parálisis cerebrales, algunos de los cuales, denuncian, no pueden acudir a los centros ante la falta de apoyos, por lo que han ido reclamando una «solución rápida».