Aunque por ahora toda confirmación de un contagio por SARS-CoV-2 pasa por la ratificación de una prueba PCR, Joan Llobera, coordinador de investigación de Atención Primaria, tiene depositada su confianza en los test de antígenos, una prueba que se encuentra evaluando en estos momentos y que permitirá saber en tan solo 15 minutos si eres portador del virus.

Esta inmediatez y la baratura de su coste, unos 5 euros por test frente a los 45/50 que hay que pagar por cada PCR, convierten a estos test en una de las soluciones más esperadas para combatir la expansión de este agente pandémico que está provocando grandes quebraderos de cabeza a la Humanidad en su conjunto.

«Con pacientes sintomáticos parece que funciona muy bien. Las pruebas llevadas a cabo por el Instituto de Salud Carlos III coinciden con los estudios con los que avaló su producto la farmacéutica Abbott», admite Llobera que explica coloquialmente que este test «detecta directamente una parte del virus» en el organismo humano.

Así, aunque todavía se esté probando -se confía que estas comprobaciones hayan concluido a finales de esta semana o comienzos de la próxima-, Llobera revela que el Govern adquirió inicialmente 150.000 test pero que, debido a la creciente demanda y ante el peligro de un desabastecimiento, decidió comprar 200.000 más.

«Síntomas más floridos»

«Ya los hemos probado en el servicio de Urgencias del hospital de Son Espases y ahora queremos hacerlo con pacientes sintomáticos y asintomáticos de Primaria. El motivo es que queremos testarlos con personas con síntomas más leves o sin ellos, que son los que van a los centros de salud porque se encuentran en las fases más iniciales de la enfermedad. En las urgencias hospitalarias llegan con los síntomas más floridos», diferencia el coordinador de la investigación que se lleva a cabo en la Atención Primaria que aprovecha la oportunidad para subrayar que la investigadora principal de este estudio es Patricia Lorente, médico de familia en Calvià.

Esta evaluación de los test de antígenos se están llevando a cabo en las líneas de covid-exprés de Son Dureta y del Palau de Congressos, revela Llobera, que añade que, independientemente de cuál sea el resultado del test, no se le comunica a la persona a la que se le haya realizado hasta que una PCR lo confirme o lo desmienta.

«Queremos evaluarlo con 740 personas. El problema es que nos estamos quedando sin nuevos positivos», bromea el investigador aludiendo al descenso registrado en las nuevas infecciones, la bajada de la denominada tasa de positividad. «Si hace pocos falsos positivos y pocos falsos negativos, los daremos por buenos y no haremos más pruebas», concluye Llobera.

Como una PCR

Preguntado cómo se realizan estos test, el investigador señala que de la misma manera que una PCR. «Se ha de introducir una torunda de entre 12 y 15 centímetros de longitud por cada uno de los orificios de la nariz y dar hasta cinco vueltas, a derecha e izquierda, con el objeto de recoger una buena muestra», explica Llobera admitiendo que no es una prueba que resulte «agradable».

Tras la recogida de la muestra, se vuelve a introducir la torunda en un tubo herméticamente cerrado y se le añaden unas gotas de un reactivo que son las que determinarán si hay presencia o no del virus en función de la coloración que adquiera la muestra recogida. «Es similar a un test de embarazo», concluye Llobera.