«¿Que cuánta gente debería haber pasado la infección para conseguir una inmunidad de grupo? No, aún estamos muy lejos porque se calcula que para conseguir esa inmunidad grupal debería haber pasado la enfermedad al menos el 60% de la población y tan solo estaremos en el 10%. Todavía nos queda superar muchas otras oleadas hasta conseguirla», lamentó Llobera recomendando centrar la estrategia en conseguir lo más brevemente posible una vacuna con la que preservar al menos a la población en mayor riesgo.

«Es un bicho (el virus) malo que provoca secuelas porque provoca problemas de circulación que alteran las vísceras», explica admitiendo que todavía se desconocen muchas cosas de la «secuencia» de esta enfermedad. Sobre si estas secuelas pueden aparecer entre la población joven que haya pasado asintomáticamente la enfermedad o si una vez pasada se mantendrá la inmunidad. «No sabemos si va a proteger un año o dos», concluye.