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Los empresarios reclaman a Antich que reabra el puerto a los cruceros

Las patronales de las islas defienden que se recupere turismo con poder adquisitivo para poder superar un invierno «sin consumo local»

Los empresarios reclaman a Antich que reabra el puerto a los cruceros

Es imprescindible hacer un esfuerzo por recuperar el turismo de cruceros para que cientos de pequeñas empresas puedan superar un invierno «sin apenas consumo local». Esta demanda va a ser presentada hoy al nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Balears, Francesc Antich, por el máximo responsable de la federación de la pequeña y mediana empresa de Mallorca (PIMEM), Jordi Mora. Pero no va a ser el único, y ya han anunciado que se van a sumar a esta reivindicación sus homólogos en la federación de comercio Afedeco, Toni Gayà, y de Restauración-CAEB, Alfonso Robledo, precisamente como representes de dos de los sectores más afectados por la caída del consumo.

El argumento esgrimido por estas patronales es que no va a ser fácil que las compañías de cruceros vuelvan a hacer escala en Palma en las actuales circunstancias, pero se subraya que si no se abre el puerto a este tipo de buques esta llegada va a resultar del todo imposible.

En este sentido, Jordi Mora señala el caso de Canarias, que ha diseñado ya un estricto protocolo de seguridad sanitaria y ha iniciado las consultas a las navieras para que confirmen su interés en volver a ese archipiélago.

El presidente de PIMEM solicitará hoy a Francesc Antich que se ponga en marcha la elaboración de un protocolo similar que pueda ser validado por el ministerio de Sanidad, con el fin de que las navieras puedan planificar cuanto antes las posibles escalas a realizar en Palma, al ser consciente de que serán necesarias semanas antes de que este objetivo pueda ser una realidad.

En cualquier caso, Mora insiste en la necesidad de buscar un repunte del consumo con la entrada de turistas que tradicionalmente hacen un elevado gasto en Palma y, en el caso de las excursiones, en otras poblaciones, como forma de salvaguardar la continuidad de muchas pequeñas empresas.

Esta tesis es respaldada por Toni Gayà y Alfonso Robledo, al coincidir en que el consumo de los residentes se mantiene en niveles mínimos debido tanto al empobrecimiento de muchas familias como a las incertidumbres existentes respecto a la duración de esta crisis.

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