A los cultivadores de marihuana y a las empresas que optan por saltarse la ley para abaratar sus costes no parece haberles afectado la pandemia a la hora de actuar de forma irregular. La crisis económica generada por la covid-19 y las limitaciones aplicadas sobre la actividad de muchas empresas han provocado que el consumo eléctrico se desplome en Mallorca, con caídas en la demanda que en algunos meses han superado el 30%, pero los fraudes en la red eléctrica detectados por Endesa se mantienen en niveles muy similares a los del pasado año.
Los datos facilitados por esta empresa cifran en 633 los citados casos de fraude, destinados a conectarse a la red de forma irregular para obtener energía gratuita. Eso supone una media de 2,6 casos diarios, una tasa parecida a la de 2019.
Estos fraudes no deben de achacarse a problemas de pobreza energética, ya que en un 70% de los casos están vinculados a actividades relacionadas con el narcotráfico (fundamentalmente plantaciones de marihuana, para las que se precisa un elevado consumo de electricidad), y a empresas y grandes consumidores que optan por la ilegalidad para abaratar sus costes.
Las familias apenas defraudan
En este aspecto, se señala que la participación en estos comportamientos por parte de familias con problemas económicos es mínima, ya que desde 2014 se mantiene una intensa colaboración entre Endesa y los servicios sociales del Govern, Consells Insulars y Ayuntamientos para garantizar que no se va a cortar el suministro eléctrico a personas que no están en disposición de pagarlo, según se asegura desde esta empresa.
De este modo, se subraya que se trata de comportamientos con una clara intención delictiva que, en el caso citado del narcotráfico, son comunicados inmediatamente a los Cuerpos de Seguridad del Estado.
Palma es el municipio con más fraudes (312), seguido de Calvià (37), Llucmajor (29), Inca (27) y Marratxí (14)
Un punto en el que se insiste es en que los avances tecnológicos aplicados en la red eléctrica hacen que sea más fácil detectar este tipo de comportamientos y reponer el dinero defraudado por esta vía. En este sentido, se pone de relieve que, de esta forma, la energía recuperada de la mano de los controles realizados equivale a casi seis millones de kilovatios/hora.
Pero además del fraude que se registra, desde Endesa se insiste en el riesgo que conlleva para la integridad física de las personas la realización de esos enlaces ilegales a la red.
Palma aparece claramente en cabeza en el número de fraudes detectados con 312 expedientes que derivados de la obtención fraudulenta de 2,3 millones de kilovatios/hora.
En el caso de Mallorca, la siguen Calvià, con 37 expedientes y algo más de medio millón de kWh recuperados; Llucmajor, con 29 casos; Inca, con 27; Marratxí, con 14; y Manacor, con 13 expedientes.
LAS CLAVES
FRAUDE. Una media de 2,6 casos diarios detectados
Endesa ha detectado en ocho meses 633 fraudes en la red eléctrica, con una media similar a la del pasado año, de 2,6 diarios
CONSUMO. Caídas interanuales de hasta un 30%
El consumo de energía eléctrica se ha desplomado en Mallorca, con descensos que incluso han superado el 30%
Caída del consumo
El nivel de fraude en la red eléctrica de las islas se mantiene pese al evidente impacto que la pandemia y el periodo de confinamiento han tenido en la demanda de energía, según se refleja en la información facilitada por Endesa.
En el caso de Mallorca, esta demanda cayó un 10,4% en marzo respecto a las mismas fechas del pasado año, coincidiendo con la declaración del estado de alarma a mediados de ese mes, con el cierre de empresas y restricciones a la movilidad.
La caída del consumo eléctrico ha vuelto a intensificarse en septiembre, para situarse en un 29,3%
En abril y mayo, con todas esas restricciones en vigor, estos desplomes fueron de un 30,2% y de un 32% respectivamente.
Junio ha sido el mes con la reducción más importante, de un 32,9%. Hay que tener en cuenta que se trata de un periodo de plena temporada alta en materia turística, en el que solo llegaron a la isla unos pocos visitantes alemanes dentro de la prueba piloto organizada por Govern y empresas hoteleras.
En julio el recorte interanual se moderó un poco, situándose en un 27,5%, para descender hasta el 20,1% en agosto. Durante los 27 primeros días de septiembre, la caída ha vuelto a intensificarse, con un 29,3%.
