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Boulevard | Millones de euros pagados por turistas no llegan a Mallorca

Rubalcaba se incorporó a la docencia de inmediato al dejar la política, Llorenç Huguet necesitará un año y medio de relax, esos plazos miden la proporción entre ambos personajes

Millones de euros pagados por turistas no llegan a Mallorca

La pregunta es muy sencilla. «De las inversiones mayormente en el sector del ocio que usted había efectuado antes de la pandemia, ¿cuánto dinero ha recuperado?» Siempre se quedan flecos, un teatro, un gimnasio, un masaje, un hotel, un viaje,... Caliente, caliente. Las devoluciones son más complicadas que los pagos por adelantado. Y si en vez de analizar nuestro triste caso particular, multiplicamos este dinero no reclamado o no restituido por millones de turistas con destino frustrado a Mallorca, la suma se avecina a los muchos miles de millones de euros.

Los intermediarios aéreos o mayoristas han interpuesto todas las trabas imaginables a los viajeros paralizados por el coronavirus. Se han llegado a exigir documentos grotescos como un certificado médico, para recuperar el dinero. No todo el mundo tiene el ánimo ni el pulmón económico para recurrir, por lo que millones de euros pagados por los turistas con el señuelo de Mallorca no han llegado nunca a la isla en cuestión.

El dinero que se quedó por el camino no es ninguna broma, y duele especialmente que la moneda de cambio haya sido la palabra Mallorca. Entre otras cosas, porque el daño reputacional asociado a las reservas no reintegradas lo sufre la isla en su conjunto. Infamados y arruinados, con el magro consuelo de que sigue funcionando nuestra única propiedad, una marca tambaleante.

La perspectiva no mejora al recordar que la compañía que ha de traer a los que no han venido, carece de liquidez para pagar las nóminas de octubre. El nombre de Mallorca sigue vendiendo, pero habría que legislar una limitación de su uso para evitar la degradación del producto. Por fuerza ha de dolernos que una empresa informática llamada Infomallorca S.L. figure destacada en la lista de morosos monstruosos que publica Hacienda anualmente, con una deuda de casi dos millones de euros. Aparte de que a alguien se le puede ocurrir que todos los mallorquines han de pagar a escote, dado que su nombre genérico figura en la denominación fraudulenta.

En cambio, Can Vivot vuelve a condensar la historia de Mallorca, de sus turbulencias barroquizantes tras una fachada sobria que no sombría. Un palacio señorial donde cada tránsito adquiere ribetes aventureros. La auténtica imagen de la isla, ¿cómo no entender que Gabriel Cañellas, Jaume Matas, José Ramón Bauzá y Francina Armengol sufrieran la tentación de habitar un palacete?

Alfredo Pérez Rubalcaba se incorporó de inmediato a la docencia universitaria después de treinta años en política. En cambio, Llorenç Huguet necesitará un año y medio de relax tras dos cuatrienios en el rectorado de la UIB. Estos plazos miden la proporción entre la calidad de ambos personajes. El rector ni siquiera tomó la palabra en el Consell de Govern, para defender su decreto de jubilación anticipada. O tal vez me dejo arrastrar por un prejuicio contra el catedrático de Matemáticas perennemente agarrado a un cargo político. Lucharé contra este sentimiento destructivo pero, si en el futuro vuelvo a mencionar negativamente a este ser infinitamente dotado, ruego que mi alusión sea descartada como expresión de celos malsanos.

El pasado lunes a las nueve de la mañana, Francesc Antich ya estaba en su despacho de la Autoridad Portuaria, donde se pretenda que ejerza la presidencia tóxica en nombre de su predecesor. Es la última oportunidad, o corrompemos al expresident inmarchitable en esta fosa séptica, o renunciaremos para siempre. ¿Cuándo piensan retirar la basura supuestamente desmontable del chiringuito del Dique del Oeste?

La primera en enterarse de la prolongación de los ERTE fue Carmen Planas, informada por Antonio Garamendi. Simultáneamente, la ministra Yolanda Díaz daba cuenta a su correligionario Juan Pedro Yllanes. ¿Y el conseller de Todo? No tanto. En el Govern hablan de un ultrasecreto gabinete de seguimiento del coronavirus. Allí estaría Pilar Costa, casi siamesa de Armengol, así como el vicepresidente ilusionado tras un año en barbecho. Por cierto, ya llegan los corredores sanitarios. A Canarias, claro.

Reflexión dominical psicovírica: «El virus ha enloquecido a la población, pero quienes ya estaban locos no cuentan».

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