El máximo responsable de la fiscalía de menores de Balears reclama una reforma legislativa para rebajar la edad penal hasta los 12 años. José Díaz Cappa expone en la memoria anual del ministerio público la necesidad de rebajar el límite actual de 14 años al menos para los delitos graves o reiterados y atajar así conductas que se repiten a lo largo de la adolescencia. El fiscal señala los casos de acoso escolar y la violencia sexual y doméstica como las más habituales entre los menores de 14 años, que con la legislación actual no son responsables penalmente.

El fiscal coordinador de la sección de menores de Balears señala en el documento que durante el año 2019 se tramitaron unos 70 expedientes que fueron archivados porque el autor era inimputable al no haber cumplido los 14 años. Cappa explica que varios de estos asuntos corresponden a un mismo menor e incide en que la «comunidad delictiva» en esta jurisdicción suele ser «cíclica y mantenida durante un periodo de tiempo de tres o cuatro años». En este sentido, considera que si se abordara una reforma legislativa que permitiera la posibilidad de «incluir a los menores de 12 y 13 años, al menos para los reiterativos o responsables de hechos graves, sería viable en algunos años reducir esa comunidad delictiva». En este sentido, resalta la «facilidad de trabajo» que permite la franja de edad que va de los 12 a los 14 años.

El fiscal considera necesario llevar a cabo diligencias de instrucción en estos casos para, entre otras cosas, permitir a los perjudicados por estos delitos «conocer el nombre y apellidos» de los menores inimputables para exigir a sus padres la hipotética responsabilidad civil.

Acoso y delitos sexuales

La memoria del fiscal de menores expone como casos graves cometidos por menores de 14 años en Balears los derivados del acoso escolar, que podrían ser calificados como delitos de tratos degradantes, lesiones, amenazas y coacciones. También apunta a los delitos relacionados con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación tanto en entornos educativos como fuera de ellos. Cappa resalta también que en 2019 se detectaron algunos casos de supuestas agresiones sexuales y «otros muchos» de posibles abusos sexuales cometidos por niños menores de 14 años. Además, también explica que se detectó un incremente de las «conductas inadecuadas» de menores inimputables contra sus padres, que «sin llegar a pasar en la mayoría de las ocasiones de conductas disruptivas severas», son habitualmente el preludio de «futuras situaciones de violencia doméstica».

Por otra parte, José Díaz Cappa insiste en el documento en la saturación que padecen los centros de internamiento de menores de Mallorca. Sobre es Pinaret explica que tiene 56 plazas ocupadas todo el año y hay «lista de espera», y reprocha que la ampliación prevista para 2018 no se ha completado. Otro tanto ocurre en es Fusteret, destinado a chicas, con una capacidad para 15 internos y «siempre completo».