Diecinueve enfermos de covid-19 ya han sido trasfundidos en Baleares con plasma donado por personas que superaron la enfermedad para comprobar si sus anticuerpos son capaces de contener el avance de la infección.

Dieciocho de estos pacientes participan en un ensayo clínico puesto en marcha de manera autónoma por el hospital Son Llàtzer de Palma con la colaboración del Banco de Sangre de las Islas Baleares, que se ha sumado, por otro lado, a una investigación similar de ámbito estatal que aúna a 32 hospitales de todo el país, incluido Son Espases, que este jueves hizo su primera trasfusión.

El ensayo clínico de Son Llàtzer, dirigido por la doctora María Arrizabalaga, comenzó a finales de mayo, pero la caída de pacientes por la mejora de la situación epidemiológica tras la primera ola de la pandemia hizo que las transfusiones de plasma no se iniciaran hasta julio, en el inicio de la segunda ola.

En Son Espases, el jefe de Medicina Interna, Javier Murillas, subraya que tiene todo listo para experimentar en pacientes un tipo de terapia que ya se demostró eficaz en la gripe de 1918 y que se ha aplicado para tratar otras infecciones graves como la de ébola.

En paralelo, el Banco de Sangre hizo en verano un llamamiento a personas que hubieran superado la covid-19 para que donaran este "plasma hiperinmune" con el fin de crear una reserva que pueda servir para investigaciones o, en caso de que sea eficaz y se autorice, para un futuro tratamiento.

Arrizabalaga explica que, al conocer que en China se estaban haciendo ensayos con plasma con anticuerpos contra SARS-CoV-2 y con los antecedentes positivos en este tipo de tratamientos para otras enfermedades, su equipo ideó un ensayo clínico que espera que dé los primeros frutos a finales de octubre o en noviembre.

Antes no quiere adelantar impresiones sobre resultados y solo confirma que ninguno de los 18 pacientes con covid transfundidos con plasma hiperinmune ha fallecido ni ha sufrido efectos secundarios.

Se ha aplicado a pacientes ingresados en planta o en UCI que solo han presentado síntomas en la semana previa, puesto que de experiencias anteriores se sabe que no es efectivo en fases avanzadas de la enfermedad.

El equipo de Son Llàtzer se ha hecho cargo de la selección de los donantes, principalmente trabajadores del hospital que pasaron la enfermedad en la primera ola, y de la extracción del plasma por aféresis, técnica que permite obtener solo un ingrediente de la sangre y en mayor cantidad que en un donación multicomponente convencional.

Cada donación se remite al Banco de Sangre para que lleve a cabo la "inactivación" del plasma con una tecnología de reducción de patógenos. "Simplificando mucho, lo que hace es limpiar el plasma", explica la subdirectora del centro, Teresa Jiménez.

Hasta ahora, el Banco ha procesado para Son Llàtzer 25 donaciones de plasma de personas que superaron el coronavirus, de las que han resultado 50 unidades de 300 mililitros, pues de cada donación se obtienen dos bolsas.

Dos unidades de un mismo donante en dos días distintos constituyen la transfusión tipo por paciente del ensayo clínico que lidera Arrizabalaga, que publicará los resultados una vez tenga al menos veinte pacientes transfundidos y compare su evolución con la de un mínimo de diez enfermos de similares características que hayan recibido el mismo tratamiento a excepción del plasma.

La investigadora afirma que si fuera su equipo el que lograra unos primeros resultados concluyentes en un ensayo de este tipo "tendría mucha importancia, sobre todo si son buenos". "Si son malos, también los publicaremos", añade entre risas.

Además de "inactivar los patógenos del plasma de Son Làtzer, el Banco de Sangre también le ha suministrado alguna unidad de su propia reserva para facilitar la compatibilidad de grupo sanguíneo.

Teresa Jiménez explica que no todo el plasma de curados de covid-19 sirve para estos ensayos. Hay aproximadamente un 12 % de enfermos que han pasado la enfermedad pero no tienen anticuerpos y de los que sí los conservan solo un 80 % lo hace en una cantidad suficiente para que puedan ser efectivos, lo que reduce en aproximadamente un 70 % los candidatos.

A raíz del llamamiento del Banco de Sangre a posibles donantes de este plasma hiperinmune, quienes pueden ofrecerse en el correo electrónico plasmah@fbstib.org, la entidad pública ha recogido plasma de 28 donantes por aféresis que se ha transformado en 56 unidades, a las que ha sumado otras 8 procedentes de donaciones convencionales.

Esas 64 unidades quedan en reserva "por si hace falta" tanto para el proyecto de Son Llátzer, al que se han sumado los hospitales de Manacor y Menorca, como para otras investigaciones o futuros tratamientos.

El Banco de Sangre, que ha solicitado financiación europea para este proyecto y piensa mantenerlo al menos hasta mayo de 2021, trabaja en paralelo para aportar plasma al ensayo clínico estatal en el que se integra Son Espases.

El Banco de Sangre colabora en el ensayo clínico y ha procesado hasta 25 donaciones de plasma. Efe

Jiménez recuerda que los resultados preliminares de ese estudio, liderado por el hospital Puerta de Hierro de Madrid, ponen de manifiesto que las transfusiones de plasma en una fase temprana de la covid-19 reducen la mortalidad y atenúan los síntomas de la infección.

El jefe de Medicina Interna del hospital de referencia, Javier Murillas, detalla que en la segunda fase del ensayo, con un mayor número de pacientes analizados, se trata de determinar "en qué momento y en qué grado protegen estos anticuerpos".

Con leves diferencias respecto al de sus colegas del otro hospital público de Palma, el estudio que acaba de comenzar Son Espases también se realiza sobre pacientes hospitalizados con menos de una semana de síntomas para comprobar si el plasma hipeinmune evita "que las neumonías leves y moderadas progresen a las formas más graves de la enfermedad", apunta.