Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Enfermar de Covid-19, una cuestión de clases sociales

Ilustración

Cinco ejemplos de cinco ciudades: Madrid, Barcelona, Zaragoza, Estocolmo y Palma. Cinco realidades donde encontramos que en los barrios pobres, con menos recursos, es donde más duro está pegando esta enfermedad, la covid-19.

1. Madrid:

En Madrid, en los barrios más pobres se vive peor, hay más contagios y es más probable que la mortalidad sea más alta. Puente de Vallecas, Villaverde y Usera, que son de los distritos más vulnerables de la ciudad, es donde hay mayor incidencia de covid-19. Además, hospitales como el Infanta Leonor, en Vallecas, alcanza un alto grado de ocupación de pacientes covid-19 y es evidente que los positivos salen de la pobreza. En Leganés, donde viven casi 200.000 personas de clase trabajadora está también muy afectada. Y está comprobado que muchos enfermos de covid-19 son trabajadores humildes. Hay tres (hasta 5) veces más posibilidades de estar infectado por el coronavirus en municipios o barrios de nivel socioeconómico bajo que en barrios/municipios de nivel socioeconómico alto.

2. Barcelona:

La incidencia del coronavirus ha ido por barrios también en Barcelona. El impacto del coronavirus en la ciudad de Barcelona no es uniforme y en general ha sido menor en las zonas de Les Corts y de Sarrià-Sant Gervasi. Los barrios más humildes de la ciudad han sido los más castigados desde el principio por la covid-19. Las diferencias entre Nous Barris y Sarrià- Sant Gervasi es muy evidente. Durante el pico de la pandemia se registró una incidencia de casos 2,5 veces más alta en Nou Barris que en Sarrià-Sant Gervasi.

3. Zaragoza:

La desigualdad también se ha percibido en las últimas semanas en Zaragoza. Allí, las zonas de Delicias o Las Fuentes han registrado una tasa de contagios casi ocho veces mayor que la media de la comunidad, en torno a 500 casos por cada 100.000 habitantes.

4. Estocolmo:

Existe una brutal diferencia entre los barrios ricos y los pobres de Estocolmo en la incidencia de la pandemia. En el barrio con un mayor nivel de renta de la ciudad, alrededor del 4% de la población había desarrollado anticuerpos específicos del SARS-CoV-2. Por el contrario, en el barrio con menores ingresos y más segregado, este porcentaje aumentaba hasta el 30%.

5. Palma:

El Atlas de distribución de renta de los hogares, elaborado por el INE sitúa la renta media por persona más baja de toda Balears en Son Gotleu, con algún punto del barrio en el que ni siquiera alcanza los 5.000 euros anuales (se queda en los 4.967), lo que lo convierte además en una de las zonas más pobres de toda España. El Barrio de Son Gotleu forma parte del 1% de los barrios más pobres de España, de los de mayor índice de exclusión y con una tasa de personas que no saben leer y escribir que ronda el 20 por ciento. La renta media en los barrios más ricos de Palma casi duplica la de los más pobres. La Soledad, Son Gotleu, Son Ximelis y Virgen de Lluc son los barrios de Palma con más situaciones de exclusión social, barrios que destacan por tener una mayor densidad de población y un valor medio de la vivienda más bajo. Ello muestra la debilidad económica de muchas de las familias residentes en este espacio que ha sido confinado por su incidencia acumulada en covid-19.

Cinco realidades, de cinco ciudades diferentes, con barrios muy marcados por la pobreza y por la covid-19, con una lección: los contagios son inversamente proporcionales al nivel de renta.

Al inicio de la epidemia, se insistió en que el coronavirus nos afecta a todos por igual, la evidencia científica desmiente rotundamente esta afirmación. El coronavirus sí sabe de clases sociales y de barrios, no es una pandemia global que afecta a toda la población por igual, sino que está exacerbando, aún más, las enormes desigualdades sociales ya existentes.

Los efectos del virus se distribuyen de manera desigual siguiendo un claro gradiente social de la enfermedad según el cual las poblaciones más desfavorecidas son el grupo más afectado. El gradiente social de la transmisión del coronavirus y sus consecuencias está determinado por factores como el tipo de trabajo, el tipo y uso de la vivienda y por el estado de salud de las poblaciones.

La población de barrios más desfavorecidos tiene, en muchas ocasiones, trabajos considerados esenciales y necesarios para la vida diaria de toda la población. Estas poblaciones residen generalmente en la periferia y tienen un largo desplazamiento en transporte público para llegar a su lugar trabajo. Las características de sus viviendas son muy precarias y llenas de carencias, como el hacinamiento, que dificulta el aislamiento en caso de ser contacto o haber sido contagiado con el virus SARS-COV-2. La diferencia no es una cuestión geográfica, sino de clase. Existe una relación directa entre una renta más baja y un número más alto de casos de covid-19. Entre los grupos más vulnerables que se han visto más afectados por la covid-19, además de por barrios, encontrando a las personas mayores y con enfermedades crónicas, las mujeres, los/as niños/as, las víctimas de violencia de género, las comunidades inmigrantes... En Estados Unidos, hay una desproporción de afectados por casos de covid19 en la población hispana y en la afroamericana. Además, hay que decir que el colectivo asiático es el grupo que más sufre la discriminación por la pandemia.

La precariedad laboral y las condiciones de la vivienda influyen en la incidencia del virus

Los vecinos de los barrios más afectados por la pandemia tienen mayoritariamente ocupaciones que no permiten el teletrabajo, lo que les obliga a realizar desplazamientos en transporte público, lo que multiplica las posibilidades de contagio. También hay un vínculo claro entre la vivienda y la incidencia de la enfermedad, ya que en pisos pequeños de grandes bloques de pisos, a veces sobreocupados, aumenta el riesgo de contagio en el caso de que una de las personas del domicilio tenga el coronavirus. Asegurar la igualdad de oportunidades en el aislamiento es clave, pero también la protección financiera que puedan necesitar las familias.

Un tercer factor son las patologías previas, que también son más habituales en los barrios con rentas más bajas. Los esfuerzos para contener la epidemia no pueden ignorar los problemas de equidad en materia de salud.

La importancia de la protección de las personas más vulnerables es fundamental por lo que actuando sobre los determinantes sociales, se tienen que hacer más esfuerzos en barrios con población más vulnerable.

La existencia de desigualdad social tiene impacto para la salud de las personas. La pandemia es evidente que mata a los pobres y la desigualdad todavía matará a más. Para los 2.500 millones de personas que sobreviven con apenas cinco euros/dólares al día, cómo dice Joan Benach, el impacto de la covid-19 puede ser calamitoso. Conocer y actuar sobre las desigualdades urbanas en la covid-19 resulta ineludible y urgente por justicia social, porque estas desigualdades son evitables. Porque salud necesitamos todos...

Compartir el artículo

stats