El Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) del Consell de Mallorca cuenta con plazas libres en albergues y centros especiales para atender a los sin techo. Lo que ocurre es que muchos de ellos, como es el caso de los que se han instalado bajo los puentes de la Vía de Cintura durante los últimos meses, se niegan a ir a estos centros y desde los servicios sociales no les pueden obligar. Los atienden en caso de necesidad a través de la Unidad Móvil de Emergencia Social (EME), que gestiona la Cruz Roja mediante un convenio con el Consell.

Este periódico publicó que en los últimos meses se había incrementado de forma especial el número de personas sin hogar instaladas bajo los puentes de la Vía de Cintura. Sin embargo, desde los servicios sociales no pueden obligar a estas personas a acudir a un albergue o centros de acogida. Deben acudir por su propia voluntad y muchos se niegan.

Hay varias razones para ello. La primera es que muchos no quieren someterse a unas normas y horarios que se establecen desde los albergues tutelados por el Consell de Mallorca o el ayuntamiento de Palma. Se trata de personas, básicamente drogodependientes o alcohólicos, que prefieren vivir en la calle por sus adicciones, según indicaron los técnicos de servicios sociales.

El otro motivo es de miedo. Hay que tener en cuenta que muchos sin techo son inmigrantes sin regularizar y tienen miedo a que si acuden a uno de estos centros públicos podrían ser expulsados. Los técnicos explican que ello no ocurre, pero sí que es cierto que el temor existe entre ellos y prefieren estar en la calle.

Lo único que puede hacer el Consell es enviar la UMES en invierno para protegerlos del frío o bien en caso de que se encuentren enfermos. Estas unidades los recogen y los llevan a los albergues o a los servicios sanitarios.

Inclusión

El IMAS cuenta con nueve centros de inclusión social para acoger en sus dependencias a personas sin hogar. Desde el organismo insular aseguran que cuentan con plazas suficientes para atender a todas las personas que están en la calle. En concreto, apuntaron que en estos momentos cuentan con una capacidad para alojar a 450 personas en situación precaria.

El Consell dispone de 170 plazas en el Casal de Familia, 100 en Ca l’Ardiaca, 60 en el centro de sa Placeta, 15 en el albergue del Molinar, 18 en el de Son Ribas, 12 en Ruberts, 40 en el Centro Primera Acollida, 25 en la Fundació Trobada y otras 10 plazas concertadas con la Pastoral Penitenciaria.

Este mes se han ampliado 50 plazas más, repartidas en los centros que el IMAS gestiona a través de la Sapiència. Todas estas infraestructuras cuentan con lugares libres suficientes en estos momentos, según indicaron desde el IMAS.  

Dormir bajo un puente como única alternativa

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