La chimenea de Es Murterar vuelve a humear. La central térmica, considerada una de las instalaciones más contaminantes del país, está volviendo a inyectar energía en la red eléctrica desde el pasado día 9, hasta consumir las 1.500 horas de funcionamiento a las que tiene derecho este año, dentro del plan pactado con Endesa antes de proceder al cierre definitivo de todos sus grupos generadores.

El acuerdo alcanzado en febrero de 2019 por el Gobierno central y el balear con Endesa contempló el cierre definitivo de dos de los cuatro grupos (los más antiguos y contaminantes) de Es Murterar a finales del pasado año. Durante el presente, y hasta agosto de 2021, se permite que los dos restantes estén operativos durante 1.500 horas anuales, y a partir de esa última fecha se rebaja ese tiempo hasta las 500 horas al año hasta que esté concluido el cable eléctrico que debe de enlazar Balears con la península, algo inicialmente previsto para 2026 o 2027. Eso supuso paralizar totalmente la actividad de estas instalaciones a la espera de ser reactivadas durante poco más de dos meses durante 2020.

Desde el comité de empresa de la central de Alcúdia se señala que el pasado 3 de septiembre se reincorporó a sus puestos la plantilla que todavía se mantiene en la central, formada por unas 70 personas. Tras una semana de pruebas, el día 9 de este mes comenzó la aportación de energía generada por los dos grupos que siguen operativos a la red eléctrica de las islas.

Los dos grupos que quedan en Es Murterar solo pueden estar operativos este año durante 1.500 horas

Dado que existe para este año el límite de 1.500 horas de actividad, de mantenerse sin interrupciones a partir de ahora, se deberían volver a parar estos equipos durante la primera quincena de noviembre, según las estimaciones de los representantes de los trabajadores.

Contaminación a menor coste

La reactivación de Es Murterar para aprovechar el plazo concedido para generar energía durante este año tiene una explicación simple: resulta más barato hacerlo en esa central, de carbón, que en las de ciclo combinado de Son Reus y Cas Tresorer, aunque la primera es notablemente más contaminante que las otras dos, de ahí la insistencia del Ejecutivoi autonómico de poner fin a esa actividad en Alcúdia.

Un aspecto a tener en cuenta es que los grupos de Es Murterar tienen una potencia aproximada de 125 megavatios cada uno, por lo que el cierre definitivo de dos de ellos y las limitaciones aplicadas a los otros dos han aumentado el peso que Son Reus y Cas Tresorer, cuya potencia es de 500 MW en cada caso. Pero la intención del Govern es impulsar también las energías renovables, con el objetivo de que a partir de 2022 permitan cubrir el 10% del consumo en el archipiélago, y alcanzar una cuota del 35% durante 2030.

En cualquier caso, el proceso iniciado a finales del pasado ejercicio, con el cierre paulatino de Es Murterar, ya fue calificado de «hito histórico» desde las organizaciones ecologistas como el GOB.