El Consell de Mallorca ha propuesto imponer una sanción económica a la propiedad de la residencia Domus de Palma, que fue intervenida por el Govern al inicio de la pandemia, al detectarse graves deficiencias en la atención de los residentes. Esta decisión ha sido confirmada esta mañana por el responsable del Imas, Javier de Juan, que señaló también que se mantienen abiertos otros expedientes sobre otras residencias sobre las que ha tenido que intervenir la administración, como son la de Sóller, la de Inca y la de Can Pastilla. El político no quiso detallar la cuantía de la sanción, si bien confirmó que la empresa ya conoce esta decisión administrativa.

De Juan ha acompañado esta mañana a la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, a una visita que se ha realizado en un edificio que ha alquilado la institución, para albergar a personas que están residiendo en estos centros de la tercera edad, que puedan dar positivo en el test de coronavirus. Se trata de un edificio recién reformado, situado cerca de la calle General Riera de Palma, donde estarán las personas de mayor edad infectadas, que no precisan estar ingresadas, y pasarán en este centro el periodo de cuarentena. Este edificio llevaba muchos años cerrado y recientemente ha sido sometido a una amplia reforma. El centro cuenta con una capacidad de 150 habitaciones. Esta semana está previsto que trasladen a los primeros residentes a partir del próximo jueves. Cladera quiso destacar el plan de contingencia que está realizando el Consell en todas las residencias de la tercera edad de la isla. Anunció también que para dar servicio a los residentes que sean trasladados a este centro se realizará una contratación de enfermeras y auxiliares de enfermería.

Cladera salió al paso sobre la polémica que ha suscitado la contratación de un hotel Covit de la Platja de Palma, donde se trasladan a personas afectadas por el pandemia, que está ubicado junto a un colegio y frente a un parque infantil, y que ha motivado la queja de los padres de los alumnos del centro. Explicó que se informó de esta contratación al Ayuntamiento de Llucmajor y aclaró que en este hotel no se traslada a ninguna persona contagiada, sino solo a los que han tenido algún tipo de contacto con infectados, pero que han dado negativo. Cladera aseguró que no había ningún peligro de contagio y detalló que, junto a la Delegación del Gobierno, se ha trasladado a este hotel a un grupo de migrantes interceptados la pasada semana, que estarán hasta que sean llevados a la Península.